La prisionera política Lizandra Rivera, miembro de la Unión Patriótica de Cuba, fue llevada el martes a la "celda de castigo" en la prisión provincial de mujeres de máxima seguridad en Camagüey.
La activista cumplía su sentencia en la prisión de mujeres de Mar Verde, en Santiago de Cuba, antes de ser trasladada este mes a un centro penitenciario en Camagüey, dijo a Martí Noticias Carlos Amel Oliva, líder juvenil de la UNPACU, que calificó la medida como "un castigo" por negarse a aceptar el programa de reeducación que imponen en las prisiones".
Durante los primeros cien días de encarcelamiento la opositora estuvo confinada en una celda de castigo en la cárcel de Mar Verde sin acceso a visitas ni llamadas telefónicas. Luego le permitieron una visita familiar y de nuevo le impusieron un régimen especial.
"No le permiten visitas familiares, ni conyugales, ni la entrada de jabas de alimentos y aseo personal. De igual manera le tienen prohibida la comunicación telefónica", agregó.
Rivera fue arrestada en diciembre pasado y juzgada en enero bajo el cargo de atentado, por el que le impusieron 2 años de privación de libertad.
Los activistas de la UNPACU rechazan las acusaciones contra la opositora y sostienen su inocencia.
El traslado de cárcel es una acción más de castigo y hostigamiento contra la opositora, aseguró Oliva.
(Con información de Ivette Pacheco, Radio Martí)