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La Habana: inglés para todos los gustos y precios


Cursos de Inglés en La Habana.
Cursos de Inglés en La Habana.

Solo en 10 de Octubre, el municipio más poblado de La Habana con más de 213 mil habitantes, funcionan unos 60 colegios particulares para el aprendizaje del inglés.

En una ciudad de 2 millones y medio de habitantes como La Habana, con calles acribilladas de baches, depósitos de basura desbordados en las esquinas, redes hidráulicas destrozadas y una capa de hollín que cubre las fachadas de edificios y casas, parece un anacronismo escuelas para el aprendizaje del idioma inglés al estilo de Britannia.

En la calle Graciela esquina a Santa Catalina, una avenida de cuatro vías repleta de framboyanes, en el municipio 10 de Octubre, a 25 minutos del centro de la capital, funciona una academia privada de lengua inglesa, con programas de estudio de la prestigiosa Cambridge University, en el Reino Unido.

La sede es una casona amplia con aulas climatizadas y televisores de pantalla plana adosados a la pared. Ofrece cursos para niños de 4 a 11 años, adolescentes, mayores de 18 años. También cursos especializados y de preparación para exámenes internacionales.

El claustro de profesores es de primer nivel. Y a pesar que la inscripción cuesta 20 cuc y después hay que pagar 10 cuc mensuales, la escuela ya no acepta más alumnos por falta de capacidad.

Escuela Britannia en La Habana.
Escuela Britannia en La Habana.

Adriana, ingeniera civil, matriculó a su hija de 11 años en el colegio. “Es bastante caro. El primer mes representa mi salario mensual. Gracias a la ayuda de la abuela de la niña que vive fuera, puedo sufragar esas clases de inglés”. A Osvaldo, trabajador particular, le cuesta un poco más. “Inscribí a mis dos hijos. Vale la pena el sacrificio, la atención es de primera. Y los métodos de aprendizaje son excelentes”.

A cada alumno se le entrega una memoria flash de 8 gigabyte con material didáctico, libros, cuadernos de ejercicios, lápices, bolígrafos y un bolso azul claro. Erasmo, profesor del curso infantil asegura que “en los dos años que lleva funcionando la escuela, la acogida ha sido tremenda. Más de 80 personas asisten lunes y viernes de 6 a 7 de la noche. Nosotros garantizamos el aprendizaje correcto del idioma inglés en sus dos versiones, el británico y el estadounidense, incluidos modismos utilizados en ciudades como Nueva York o Miami”.

En La Habana encuentras precios para todos los bolsillos. Desde un peso convertible por clase, 3 cuc mensuales a 10 o 15 cuc mensuales en academias o viviendas bien equipadas.

A medio kilómetro del colegio privado Britannia, en una casa de portal espacioso y un cuidado jardín de rosas, Adela da clases de inglés a niños, jóvenes y adultos por 10 cuc al mes. “Doy clases tres veces a la semana en dos horarios diferentes. El 10 de septiembre tuve que cerrar las inscripciones. Aparte de los 10 cuc mensuales, el primer mes cobro 8 cuc por una colección de libros didácticos, DVD especializados y otros materiales”, explica Adela.

Solo en 10 de Octubre, el municipio más poblado de La Habana con más de 213 mil habitantes, funcionan unos 60 colegios particulares para el aprendizaje del inglés.

“A esa cifra súmale diez o doce escuelas estatales que en horarios nocturnos ofrecen clases de idiomas. Y que en las escuelas primarias, secundarias y preuniversitarias el inglés es una asignatura obligatoria, y gratuita, claro. La diferencia con las escuelas privadas, además de los precios, es la calidad. Las clases impartidas por particulares superan por mucho a las del Estado”, señala Gregorio, maestro de inglés en una secundaria básica.

Puede que en estos días el per cápita por habitante más grande del planeta en cursos de inglés lo tenga La Habana. No siempre fue así. En las décadas de 1970 y 1980 funcionaban unas pocas escuelas estatales de idiomas, de inglés, alemán, francés y ruso, entre otros. A mediados de los 80, el aprendizaje del inglés se suprimió en las escuelas cubanas. “Fue una locura. Se adoptó el ruso, pero tuvo muy poca aceptación a pesar de que Radio Rebelde, trasmitía cursos de ruso”, recuerda Renato, filólogo.

Pero con la caída del telón de acero en la Europa comunista, la enseñanza del inglés regresó a los programas escolares. Con la apertura en 1994 del trabajo por cuenta propia, cientos de profesores, intérpretes y traductores del idioma de Shakespeare, comenzaron a dar clases como una forma de ganar dinero y mejorar su vida.

Dos veces a la semana, Marlén da clases de inglés a una veintena de niños, menores de 12 años. “Cobro 5 cuc al mes. Trabajé como traductora en un equipo que traducía libros y noticias para Fidel Castro. Pero la jubilación que me quedó, de 300 pesos, no me alcanza para vivir dignamente”.

En La Habana encuentras precios para todos los bolsillos. Desde un peso convertible por clase, 3 cuc mensuales a 10 o 15 cuc mensuales en academias o viviendas bien equipadas.

Detrás de ese furor, está la intención de irse preparando por si se marchan a trabajar, estudiar o vivir en Estados Unidos, Canadá u otro país anglosajón.

Según Carlos, sociólogo, el furor por estudiar inglés y otras lenguas en niños y jóvenes está motivado por el deseo de muchos padres de preparar a sus hijos pensando en una futura emigración; y agrega “solo antes de 1959, cuando por toda La Habana habían escuelas gratuitas para estudiar inglés, no se había visto a tanta gente, de todas las edades, estudiando inglés de manera seria y profunda. En las escuelas del Estado se lo enseñan, pero las clases son de mala calidad. Detrás de ese furor, está la intención de irse preparando por si se marchan a trabajar, estudiar o vivir en Estados Unidos, Canadá u otro país anglosajón. Ningún profesional que se precie, sean ingenieros, informáticos o especialistas en las nuevas tecnologías, puede soslayar el estudio del idioma inglés, simplemente se quedan atrás. Saber inglés es imprescindible en el mundo de hoy”.

Juan Antonio, cubanoamericano residente en Miami, conoce de primera mano la importancia del inglés. “Estuve cuatro años trabajando en oficios mal pagados por no dominar del idioma. Por eso, le mando dinero a mis sobrinos, para que desde niños aprendan inglés. Cuando llegue el momento de irse, podrán optar por empleos mejores”.

Con los nuevos aires que soplan en la Isla, jóvenes de cabeza bien amueblada como Jonathan, entre sus metas tiene aprender bien inglés y poder estudiar en universidades estadounidenses. “Cada vez más, los jóvenes en Cuba nos estamos preparando para aspirar a becas en circuitos universitarios de Estados Unidos o Europa. Un título en cualquier universidad de prestigio es un aval que nos permitirá obtener empleos bien remunerados. Ya no basta solo con emigrar. Más que llegar, a mí me vale triunfar”, dice Jonathan.

Escuelas confortables y con métodos modernos como Britannia, en la avenida habanera de Santa Catalina, ofrecen la calidad que buscan aquéllos que ven su futuro en una nación de habla inglesa.

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    Iván García, desde La Habana

    Nació en La Habana, el 15 de agosto de 1965. En 1995 se inicia como periodista independiente en la agencia Cuba Press. Ha sido colaborador de Encuentro en la Red, la Revista Hispano Cubana y la web de la Sociedad Interamericana de Prensa. A partir del 28 de enero de 2009 empezó a escribir en Desde La Habana, su primer blog. Desde octubre de 2009 es colaborador del periódico El Mundo/América y desde febrero de 2011 también publica en Diario de Cuba.

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