Una reforma constitucional en curso en Cuba mantendría inalterable el requisito que obliga a los nacidos en la isla a portar un pasaporte cubano para entrar al país, afirmó José Ramón Cabañas, embajador cubano en Estados Unidos.
La declaración del diplomático cubano fue reportada por el diario El Nuevo Herald y marca un congelamiento de las esperanzas generadas por el proceso de revisión de la Constitución -vigente desde 1976 y revisada en 1992- para actualizarla a tono con las tímidas reformas económicas en curso.
"El principio por el que nos regimos es que todo cubano -puede tener una segunda o tercera ciudadanía-, cuando vuelve a Cuba, en la isla, en nuestra fronteras es cubano", dijo el lunes Cabañas en inglés a los asistentes a un evento sobre proyectos de colaboración medioambiental y conservación histórica entre Estados Unidos y Cuba, organizado por el Center for International Policy y Ocean Doctor.
Esta regulación afecta a la mayoría de los cubanoamericanos que viajan todos los años a la isla a visitar a sus familiares. Muchos han pedido que sea eliminado el requisito por el alto costo del pasaporte, de unos $450 incluyendo gastos de envío.
Aunque la obligación de "habilitarlo" a modo de permiso de entrada fue eliminada el pasado año, aún es preciso realizar prórrogas cada dos años por una valor adicional de $160.
Una reforma migratoria del 2013, que flexibilizó la política restrictiva de décadas anteriores y otros cambios del pasado año, deberán quedar plasmados en el nuevo documento.
"Entendemos que hay otras prácticas, los chinos por ejemplo, cuando adquieres la segunda ciudadanía, eres británico o de donde sea, pero en nuestro caso consideramos la ciudadanía de nacimiento (...) No espero ningún cambio en ese sentido", enfatizó.
Con Díaz-Canel todo sigue igual
El funcionario se refirió también a las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, congeladas tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
Si había dudas, Cabañas aclaró que la política exterior de Cuba es inalterable pese a que Raúl Castro traspasó la presidencia al actual mandatario Miguel Díaz-Canel.
"Mucha gente tiene expectativas… y pregunta cuántas cosas van a cambiar en cuanto a las relaciones con Estados Unidos", reconoció el funcionario.
"Yo sigo repitiendo que nuestra política exterior se basa en principios. Nadie debe esperar cambios dramáticos en el modo en que desarrollamos nuestra relación con Estados Unidos porque se basa en la historia y los principios", sentenció.
Sus declaraciones llegan en medio de una avalancha reciente de críticas del vicepresidente Mike Pence y el Secretario de Estado, Mike Pompeo, quienes han ratificado que Estados Unidos continúan comprometidos con la libertad de Cuba.
[Con reporte de El Nuevo Herald, Redes Sociales y Archivo de Martí Noticias]