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Desastre en cosecha de azúcar podría forzar importaciones y reformas en Cuba


Las intensas lluvias, fallas en las reformas y descapitalización del sector están entre las causas de la crisis actual (Archivo)
Las intensas lluvias, fallas en las reformas y descapitalización del sector están entre las causas de la crisis actual (Archivo)

El mal desempeño en la industria azucarera de la isla este año es muy mala noticia. Se suma entre otros problemas a la escasez de efectivo debido al colapso económico de Venezuela.

Las lluvias han provocado el cierre de la mayoría de los 54 centrales azucareros de Cuba y la producción cayó en un 40 por ciento en su más bajo nivel en más de un siglo, lo que según medios oficiales y fuentes de la industria podría forzar a las importaciones y reformas en el sector.

Si bien las inclemencias del tiempo causaron el desastroso desempeño de esta temporada, expertos y funcionarios locales también culparon a las fallidas reformas y a la descapitalización del sector, poniendo de manifiesto los desafíos que enfrenta el país para actualizar su economía.

El gobernante Partido Comunista ya le encargó al actual mandatario Miguel Diaz-Canel que lleve a cabo una serie de reformas para que la economía estatal sea más eficiente, según fuentes internas.

Cuba eliminó su ministerio azucarero en 2011 y constituyó el grupo estatal Azcuba. La producción se mantiene muy por debajo de los 8 millones de toneladas producidas en 1990, previo al colapso de su exbenefactor, la antigua Unión Soviética.

El país tenía previsto producir 1.6 millones de toneladas de azúcar esta temporada, en comparación con 1.8 millones de las cosechas anteriores debido a los daños causados por el huracán Irma en septiembre.

Luego redujo esa cifra a 1.3 millones de toneladas debido a fallas al inicio de la cosecha, pero ahora la producción está calculada en 1,1 millones de toneladas de azúcar.

El declive es una mala noticia para Cuba, que está luchando con la escasez de efectivo debido al colapso económico de Venezuela. También enfrenta el cambio de política de la administración del presidente estadounidense Donald Trump y su propia inercia.

La industria azucarera cubana también contribuye a la producción de electricidad y derivados como el ron y la alimentación animal.

Cuba consume entre 600.000 y 700.000 toneladas de azúcar al año y tiene un acuerdo para vender a China 400.000 toneladas anuales.

Importaciones y reformas

El país ya ha exportado azúcar, por lo que podría tener que importar suministros, dijeron los comerciantes locales.

Medios locales citaron en abril pasado al director de Azcuba en la provincia oriental de Holguín, Mario González, quien se referió a la importancia de cumplir el plan.

"En gran parte es la única forma en que el país puede evitar gastar cantidades considerables de dinero, importando azúcar para satisfacer nuestra demanda", indicó el funcionario.

Cuba pronosticó una producción anual cercana a los 3 millones de tonedadas de azúcar cuando creó Azcuba, que catalogó como un modelo de reforma empresarial.

Un experto local en empresas estatales dijo que el clima era solo una parte del problema y que la cosecha era solo otro ejemplo del bajo rendimiento del sistema y la necesidad de profundizar las reformas.

"Hay muchas causas. Por ejemplo, las reformas han dado lugar a una descentralización significativa y hay descapitalización y falta de inversión extranjera en el sector", dijo el experto que pidió no ser identificado porque no está autorizado a hablar con periodistas extranjeros.

El director de Azcuba en la provincia central de Camagüey, Álvarez Padilla, anunció esta semana que la cosecha había terminado en 76.000 toneladas, muy por debajo de las 145.000 planificadas.

El funcionario culpó a "las pobres reparaciones de la industria y equipos agrícolas, la falta de disciplina tecnológica, los errores operacionales, la falta de caña, y otros problemas subjetivos", según informó el periódico local Partido Comunista Adelante.

La cosecha de azúcar cubana se extiende desde finales de noviembre hasta mayo. Los rendimientos y la producción caen significativamente a partir de mayo, cuando comienza el cálido y húmedo clima estival.

De acuerdo con el servicio meteorológico local, las precipitaciones han sido un 46 por ciento superiores a la norma histórica en lo que va del año.

Solo el 15 por ciento de las plantaciones tienen un riego y un drenaje adecuados, por lo que los caminos y puentes obsoletos y los puentes se vuelven intransitables durante días después de fuertes lluvias.

(Reporte de Reuters)

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