La crisis económica que atraviesa Cuba obligó a la Iglesia Católica a reprogramar las actividades de la II Jornada Nacional de la Juventud a celebrarse del 1 y el 4 de agosto.
La Conferencia de Obispos explicó que por los elevados precios del transporte y la logística en general tomaron la decisión de reorientar la sede de la referida jornada juvenil, inicialmente prevista para Santiago de Cuba, y ampliarla a todas las diócesis del país.
"En los últimos meses, las condiciones económicas han cambiado sustancialmente afectando, de una manera u otra, muchos ámbitos de la vida nacional, lo que crea incertidumbre y preocupación en no pocos. En nuestro caso, la subida de precios y escasez de muchos artículos y la limitación de servicios, principalmente el transporte la hacen, en opinión de los consultados, prácticamente irrealizable según como se había preparado", apunta la carta firmada por Monseñor Dionisio García Ibáñez, Arzobispo de Santiago de Cuba.
"Es obvio constatar que la inseguridad en el transporte es un obstáculo práctico difícil de vencer", dice la nota y reconoce "el alto costo que actualmente tienen los servicios".
El monseñor indica en su misiva que la decisión "no debe restar entusiasmo, al contrario, nos ayuda a enfrentar situaciones inesperadas, nos reta y les reta principalmente a ustedes, jóvenes, a descubrir que lo más importante es alcanzar la meta propuesta".
"Reorientar la JNJ no es ceder ante una situación, sino al contrario, es hacerle frente a la misma, a partir de la dosis de renuncia y sacrificio (cruz) que la misma reclama. No es un sucedáneo, sino es vivir y testificar en la propia Diócesis, lo que se había proyectado realizar en Santiago".
La celebración de la II Jornada Nacional de la Juventud es de suma importancia para la iglesia cubana. En abril de 2018 el Papa Francisco envió un mensaje a los jóvenes cubanos con motivo de la celebración de este evento.
En el video mensaje, el Santo Padre dijo a los jóvenes cubanos: "Que la próxima Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Panamá y la de Cuba en Santiago, no sea la finalidad del esfuerzo que están haciendo, sino que vayan más allá. Que puedan descubrir que es una oportunidad para profundizar los procesos de fe de cada uno e ir construyendo, la Iglesia cubana de hoy y de mañana, la Patria cubana de hoy y de mañana, sabiendo que no están solos y que solo construimos desde la comunidad a la cual pertenecemos, concreta, donde nos comprometemos la vida y nos animamos vocacionalmente".
[A partir de una publicación del Servicio de Noticias de la Iglesia Católica en Cuba]