Mientras los cubanos llevan meses denunciando la grave crisis de medicamentos para tratar todo tipo de enfermedades, especialmente la frustración de no tener recursos para enfrentar el azote de la pandemia que está costando tantas vidas, una funcionaria reconoció este sábado que el problema "no se va a solucionar de inmediato".
Rita María García Almaguer, directora de Operaciones y Tecnología de BioCubaFarma adelantó que el 30% del cuadro básico de medicamentos "va a continuar afectado" y que de los fármacos con destino al uso hospitalario se ha garantizado solo "un 70 % y un 80 %".
La funcionaria dijo que "al ser un fenómeno global que abarca gran parte de los países, se presentan constantemente dificultades para importar los medios necesarios: demoras en la llegada de las materias primas, cierre de fábricas productoras de insumos, inestabilidad en los proveedores internacionales, obstáculos para el financiamiento y las operaciones bancarias producto del bloqueo económico, entre otras cuestiones".
García Almaguer aseguró que desde julio se producen socorridos antibióticos como la Amoxicilina, la Cefalexina, la Cefixima, el Co-Trimoxazol y la Ciprofloxacina y que los insumos para casi todos los antibióticos orales están en el país. Sin embargo, aclaró que "habrá antibióticos, pero no todos a la vez".
La Azitromicina será sólo para uso hospitalario, indicó la directiva de BioCubaFarma.
Las causas citadas para este déficit, según Granma, "van desde el difícil contexto nacional, hasta la crisis internacional, en un mundo marcado, igualmente, por una grave coyuntura económica y el avance de la pandemia de la COVID-19".
Ante esta justificación y el reconocimiento de incapacidad para proveer a la población con los medicamentos requeridos, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos recordó este sábado que meses antes del inicio de la pandemia habían alertado sobre la fuerte escasez de medicamentos en Cuba.
"Pero el gobierno cubano no escuchó", indica el OCDH.
En octubre de 2019, el Observatorio de Derechos Sociales reveló resultados de una encuentra realizada en todo el país, en la que participaron más de 1000 cubanos: "Solamente algo más de uno de cada diez entrevistados responde “conseguí los medicamentos sin problemas en la farmacia” (12,2%). Junto a éstos, se halla una cuarta parte de la población (24,6%) que, necesitándolo, no ha podido adquirir medicamentos debido a su escasez. Otros consiguieron los medicamentos por otra vía (21,1%). La encuesta revela un problema central de la sanidad cubana y es la intermitencia en el acceso a los medicamentos. El 45.7% de los entrevistados no consiguieron los medicamentos en las farmacias".
Un reporte de la agencia Reuters publicado recientemente también destaca que "incluso antes de la oleada de COVID-19, los cubanos hacían fila fuera de las farmacias estatales desde antes del amanecer para estar al frente cuando los medicamentos escasos se suministran. Algunos cambian medicamentos en las redes sociales o usan remedios a base de hierbas en su lugar, ya que enfermedades prevenibles como la sarna se propagan debido a la falta de un tratamiento adecuado".
El mes pasado, la escasez, junto a los cortes de energía y la falta de libertades civiles, provocaron inusuales protestas masivas en las calles.
Una de las medidas que tomó el gobierno cubano en respuesta a los disturbios fue permitir que los viajeros traigan medicinas, alimentos y productos sanitarios sin pagar aranceles de importación.
