La medida que limita la salida de los médicos al exterior, anunciada el martes por el gobierno cubano, deja sin explicar cuestiones esenciales que aquejan al sistema de salud pública en la isla, opinan desde Cuba médicos entrevistados por Martí Noticias.
La atención primaria ha sido durante años la piedra angular de la salud pública en la isla, pero su módulo esencial, el médico de la familia, se ha visto afectado con una reducción en 62 % de la cantidad de galenos que atienden esos puestos a nivel de barrio, de 34.261 en 2009 a 12.842 en 2014, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).
Profesionales de la salud que trabajan en varias ciudades de Cuba, explicaron no obstante al reportero Adriel Reyes que la pésima situación de la salud pública va más allá de la carencia de médicos y de las causas señaladas por el gobierno.
Según la declaración oficial publicada por el periódico estatal Granma, la carencia de médicos se debe, entre otros factores, “a la creciente contratación no planificada de médicos cubanos en otros países”, aunque el texto no ofreció cifras de cuántos médicos han salido de Cuba por iniciativa propia para trabajar en otros países.
“Hay muchos consultorios que están cerrados, porque el gobierno castrista se lleva a los médicos para ganar dinero con el servicio de los profesionales, pagándoles una miseria. Esos están en Brasil, Venezuela, Bolivia, Sudáfrica, en muchos países”, dijo Hortensia Alfonso, residente en Cárdenas.
En marzo pasado el diario oficial Granma publicó que más de 50 mil profesionales de la salud cubanos prestan servicios actualmente en 67 países, y de ellos, más de 25 mil son médicos, casi el doble de los que atendían los consultorios de la familia en 2014 según la ONEI.
Alfonso explicó que la falta de médicos recae sobre los que están en el país, que laboran en exceso sobre todo cuando se desata alguna epidemia, como el caso de Cárdenas, donde el hospital estuvo cerrado, colapsado hace unos días por los casos de dengue y cólera que se registran actualmente en esa ciudad.
Otros problemas son la falta de reactivos para exámenes de laboratorio, “como es el caso del laboratorio bacteriológico, donde no hay reactivos para hacer exudado vaginal, ni de faringe, ni hay material para hacerse placas”, dijo Alfonso. “Es muy grave la situación que hay aquí con la salud”, subrayó.
Ramón Zamora, especialista en Ortopedia residente en Holguín, describió una situación semejante, señalando que muchos médicos de familia, “no tienen ni recetarios, estetoscopios, ni equipos para medir la presión arterial”.
“La gente protesta abiertamente por la falta de médicos y dicen que van a tener que ir a Venezuela a ver si los atienden”, afirmó.
Zamora calificó de alarmante el déficit de médicos en Holguín, donde se han “hiperreducido” los consultorios del médico de la familia, convertidos ahora en viviendas personales.
Por su parte, el doctor Roberto Serrano, especialista en Fisioterapia, citó como ejemplo su caso personal, obligado a atender a la población del municipio santiaguero Songo La Maya, con cerca de cien mil habitantes y también a las personas que viajan desde el Cristo, “porque allí no tienen médicos”.
“En el cardiocentro provincial de Santiago de Cuba no hay cardiólogos y en días pasados hubo que traer en avión desde Holguín a un cirujano para operar a un paciente”, contó Serrano.