El diario Guyana Chronicle reporta que los matrimonios arreglados de ciudadanos extranjeros, principalmente mujeres cubanas, en busca de "esposos" en Guyana, son una nueva tendencia en el país, y un negocio que ha estado creciendo anualmente desde 2015.
Cerca de un edificio de la céntrica calle King donde se procesan las solicitudes de matrimonio notarizadas, hay personas en la calle ofreciendo información sobre el asunto y los documentos que se necesitan.
Un funcionario encargado de los matrimonios le dijo al cotidiano que ha recibido muchas solicitudes de lugareños que buscan casarse con extranjeras.
"Desde 2014 y principios de 2015, estuvieron llegando a mi oficina en busca de consejo sobre cómo casarse; luego descubrí que se trata de un negocio", dijo el hombre a condición de no revelar su nombre.
En otra oficina, otro funcionario a cargo de matrimonios dijo que procesó muchas solicitudes de nuevas uniones. Reveló que las mujeres extranjeras desembolsan hasta US $ 6.000 por uno de estos arreglos. "Lo menos que pagan es US $ 4000. Los locales dicen cuánto quieren", agregó.
El diario aclara que el proceso por el cual uno obtiene una licencia de matrimonio en Guyana puede ser largo, pero no tan complicado.
Como primer paso, ambas partes deben llenar una solicitud disponible en la Corporación de Correos de Guyana (GPOC) y llevarla a un Juez de Paz que se encarga de notarizarla.
Se requiere que las partes envíen luego el formulario completo junto con otros documentos necesarios, tales como tarjetas de identificación (pasaportes en el caso de los extranjeros) a la Sección de Matrimonios de la Oficina General de Registro. Luego, se fija una fecha para la validación de la licencia.
Por último, la futura pareja presenta el permiso al funcionario de matrimonios que oficializará las nupcias.
Los cubanos no necesitan visa para viajar a Guyana, y ya en noviembre de 2016, el mismo Guyana Chronicle informó que unos 300 cubanos estaban visitando el país angloparlante cada semana. Para junio de 2018, el número se había más que duplicado. En ese momento, la publicación informó que el promedio había aumentado a 700 cubanos semanales.
El ministro guyanés de Asuntos Exteriores, Carl Greenidge, había observado antes que los hispanoparlantes viajan a Guyana principalmente con fines turísticos y comerciales.
El periódico señala que, si bien muchos lo hacen por motivos de negocios y turismo, otros llegan a gestionar visas de inmigrante, especialmente desde que en abril pasado Washington decidió trasladar el procesamiento de solicitudes de visa para cubanos desde su embajada en Colombia a su sede diplomática en Guyana.
El diario no lo menciona pero cita cifras que indican que un número creciente de los cubanos que llegan al país nunca salen de él, o al menos no por el aeropuerto.
Según estadísticas presentadas por el ministro de Ciudadanía Winston Felix al Comité de Relaciones Exteriores del Parlamento, de 44.747 isleños que en 2017 viajaron a Guyana, 7.255 (el 16,2 %) no dejaron registros de salida. En comparación, en los primeros cuatro meses de 2018 (enero a abril) visitaron el país 22.520 cubanos, casi la mitad que en todo 2018, y de ellos no reportaron su salida a inmigración 6.170 (el 27,3 %).
Cierto número de ellos se quedan en Guyana y actúan como guías o intermediarios para paisanos que van a a adquirir insumos destinados al sector privado de la isla, o a comprar mercancía que luego revenden en el mercado negro cubano.
El Guyana Chronicle dice que otros se involucran en una variedad de negocios, incluidos los matrimonios arreglados que dice son la última tendencia en Georgetown.
El diario no dice nada de los que siguen camino, en manos de los coyotes, con rumbo a países australes con leyes migratorias generosas como Chile o Uruguay; o como miles de compatriotas antes que ellos, a enfrentar los peligros del tráfico ilegal de personas hacia la frontera méxico-estadounidense.
(Con información del Guyana Chronicle y archivo Martí Noticias)