Amnistía Internacional denunció que las autoridades de Venezuela “están reprimiendo y no protegiendo a los trabajadores de la salud mientras la pandemia de COVID-19 se agrava”.
“Mientras que el número diario de casos de COVID-19 reportados en Venezuela se ha acelerado al ritmo más rápido en las últimas semanas, las autoridades están fracasando en las medidas para proteger a la población y, en particular, a los médicos, enfermeras y trabajadores de hospitales y clínicas que están siendo gravemente afectados”, precisó la organización.
Otro problema es que el gobierno está “encarcelando a quienes denuncian sus pésimas condiciones laborales".
"Las autoridades venezolanas o bien niegan el número de trabajadores de la salud que han muerto a causa de COVID-19, o bien no disponen de información precisa sobre las precarias condiciones de los hospitales y la necesidad imperiosa de una mejor protección tanto del personal como de los pacientes”, indicó Amnistía.
“En cualquier caso, el gobierno está siendo totalmente irresponsable", dijo Erika Guevara-Rosas, directora para América de la organización.
"Mientras el gobierno de Nicolás Maduro ha pedido a la población que aplauda a las y los trabajadores de la salud en las últimas semanas, lo que realmente necesitan no son aplausos, sino medidas gubernamentales concretas para conseguir los recursos que necesitan para trabajar con seguridad y permitir que sus voces se escuchen sin represalias", aseveró Amnistía Internacional.
La organización también ha expresado dudas sobre las estadísticas que proporciona el gobierno de Nicolás Maduro.
Amnistía Internacional ha reunido información que indica que el 16 de agosto había 691 pacientes hospitalizados por síntomas de COVID-19 sólo en los principales hospitales de la ciudad de Caracas, el doble de la cifra de la semana anterior.
“Esto plantea dudas sobre la veracidad de las cifras oficiales diarias de casos en todo el país, ya que el gobierno informó de sólo 1,148 nuevos casos de COVID-19 en todo el país el mismo 16 de agosto”, precisó.