COCHABAMBA, BOLIVIA - Desde que WhatsApp anunciara cambios en sus condiciones y políticas de uso se generó revuelo en los usuarios pensando en el éxodo hacia otras plataformas, sin embargo, ya desde el 15 de mayo en que entraron en vigencia, no muchas cosas han cambiado y esto, según Verónica Arroyo, Asociada de Políticas Públicas para América Latina en Access Now, debe ser analizado recién en unos meses para ver el impacto real.
“WhatsApp es una red muy grande y es complicado salir de ahí, además el usuario por más que decida moverse también piensa en un tema de costo porque por lo general las operadoras dan ventajas a esta red debido a su popularidad”, explica la experta a la Voz de América.
Inicialmente, la compañía dijo que quien no aceptara las nuevas condiciones vería su cuenta desactivada, pero luego aclaró que "no se eliminarán cuentas el 15 de mayo debido a esta actualización y nadie perderá tampoco las funcionalidades de WhatsApp".
De acuerdo a WhatsApp la mayoría de usuarios que ha sido notificado con los nuevos términos de servicio los han aceptado y se prevé que se reciban recordatorios frecuentes en las próximas semanas, antes de que se puedan perder algunas funcionalidades.
Roger Medina, un joven profesional conectado gran parte de su tiempo a esta red de mensajería instantánea asegura que no hay forma de que pueda migrar a otra plataforma y dejar WhatsApp por completo debido a estos cambios ya que ahí desarrolla su mayor entorno laboral. “Entiendo que hay novedades con el tema de privacidad, pero es mi herramienta básica de trabajo y todos nos movemos por aquí”, asegura.
A pesar del aparente despegue de sus principales rivales Telegram y Signal, los números muestran que WhatsApp sigue creciendo y ha logrado batir los 172,3 millones de descargas, consiguiendo los 2.000 millones de usuarios activos mensuales, de acuerdo con el análisis de Sensor Tower. Aunque de manera anual, el porcentaje es menor en un 42%.
El hecho de que se mantenga este ritmo de crecimiento, dice Cristian León, experto en tecnología y director programático de la organización Asuntos del Sur con sede en Argentina, se debe también a que no se ha generado mucha información entre los usuarios y además pesan los factores de comodidad.
“A esto se suma que los cambios han sido mitigados en varios países a partir de la demanda que han hecho los gobiernos con sus oficinas de Facebook como en Brasil y Argentina donde se han interpuesto recursos antimonopolio y así evitar que los cambios se lleven cabo; esto también ha reducido el impacto en los usuarios”, dice León a la VOA.
Signal, desde enero a abril, incrementó su servicio en un 1.200% anual, con más de 64 millones de descargas. También Telegram llegó a los 500 millones de usuarios activos mensuales con más de 161 millones de descargas en los primeros meses de este 2021. Y empiezan a sonar dos apps de rápido crecimiento: Matrix Protocol y Session.
Sin embargo, este abanico de posibilidades abre un debate importante según la Asociada de Políticas Públicas para América Latina en Access Now, Verónica Arroyo, y es el tema de la privacidad porque “dependiendo de cuánto uno quiera proteger su información decide usar o no una app”.
“En WhatsApp hay un cifrado de extremo a extremo, eso quiere decir que como proveedor de mensajería no puede ver los mensajes que estamos enviando, los memes, fotos, comentarios, fotos; pero sí la compañía pueden ver con quién interactuamos, cada cuánto tiempo, si esa persona me responde, si agrego nuevos contactos a mi lista, desde dónde abro la aplicación, y a veces esas cosas adicionales son más importantes que el contenido del mensaje en sí”, dice Arroyo.
La experta asegura que en el caso de WhatsApp por ser una empresa privada es difícil ir más allá para saber su funcionamiento, lo que no ocurre con Signal, por ejemplo, que al tener un código abierto se puede acceder a conocer más sobre la configuración de la aplicación. En todo caso valora que esto sirva para que los usuarios tomen consciencia sobre los entornos de privacidad y la importancia de sus derechos digitales.