La ministra de Comunicaciones de Bolivia confirmó el jueves que un funcionario cubano había sido detenido la víspera en La Paz con dinero destinado a financiar las protestas violentas contra el gobierno interino de Jeanine Añez, y dijo que La Habana usa personal médico como cobertura para su injerencia política.
“El día de ayer se ha detenido a un cubano con más de 70 mil bolivianos --más de 10 mil dólares-- en una mochila, y se sabe que eso era para repartir a la gente que se moviliza”, declaró Roxana Lizárraga Vega en entrevista con el periodista Pedro Corzo, de Radio Televisión Martí.
De acuerdo con tarjetas de identificación de tres cubanos arrestados en La Paz, ellos son “Personal Técnico (Brigada Médica Cubana), Embajada de Cuba en Bolivia, La Paz”, como puede leerse en imágenes difundidas en redes sociales.
Se trata de Idalberto Delgado Baró, Amparo Lourdes García Buchaca y Ramón Emilio Álvarez Cepero. En la identificación de otro individuo publicada por el diario de Sucre Correo del Sur no se ve su nombre.
De acuerdo con la ministra, el gobierno interino de Añez ha podido confirmar que al menos un centenar de cubanos llegados a Bolivia como parte de las brigadas médicas son en realidad agentes de la Dirección de Inteligencia (DI) del régimen castrista.
“Han entrado más de cien agentes cubanos a Bolivia en calidad de médicos y no son médicos, son agentes que están preparados para precisamente ocasionar este tipo de problema, como los que hemos visto en algún momento en la Nicaragua o en esa Venezuela que hay que recuperar”, manifestó Lizárraga Vega.
Es precisamente el actual embajador cubano en Bolivia, Carlos Rafael Zamora Rodríguez, quien promueve los disturbios desde la renuncia del ex presidente Evo Morales, aseguró la funcionaria boliviana.
“El conocido ‘Gallo’ Zamora, que integra la lista de los represores de exportación cubana, está en nuestro país desde este año 2019 y está a cargo de la confrontación entre bolivianos; está a cargo de armar los grupos de choque junto con su esposa Maura, que también es una agente de inteligencia”, aseguró la ministra.
Esos dos agentes de inteligencia de Cuba son los encargados de instigar el proceso de levantamientos y de convulsión social en el país, declaró Lizárraga Vega; “de saquear, de impulsar a la gente para que se enfrente a los bolivianos que han tenido una resistencia civil para recuperar la democracia en mi país”.
También el miércoles hubo otro caso de un presunto agitador llegado al país para instigar el caos, reveló la ministra.
“Hemos tenido una persona herida en Santa Cruz el día de ayer, y resulta que es una persona que pertenece a las FARC [Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia]”, dijo, entrevistada por Corzo.
De acuerdo con Lizárraga Vega, el gobierno interino de Añez no tiene la menor duda de la intervención de los regímenes de Cuba y Venezuela en los asuntos internos de Bolivia. “Tenemos todos los datos, todos los detalles”, indica.
Cita un informe de la organización no gubernamental venezolana FundaREDES presentado a la Organización de Estados Americanos (OEA), donde se habla de la desaparición de más de 200 mil armas del ejército venezolano.
“En realidad yo considero que no se perdieron: considero que [Nicolás] Maduro las envió” a grupos afines en otros países, manifiesta la ministra. “Y ese mismo informe señala que esas armas han ido a caer a manos de las FARC; que han entrado a países como Colombia, como Ecuador y como Bolivia”.
En el caso de su país, el gobierno de Añez sospecha que la parte enviada a Bolivia estaría “muy posiblemente” en el sector del Trópico de Cochabamba, un sector cocalero donde Evo Morales sigue siendo el presidente de las seis federaciones, añade.
“Un lugar muy ligado a hechos de narcotráfico y violencia, y que en este momento quiere levantarse para tomar ciudades y pedir que Evo Morales vuelva al poder, algo que el pueblo de Bolivia, la mayoría de los bolivianos, ya no lo va a permitir”, subraya la funcionaria colombiana.
No se explica cómo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador permite que el ex presidente Evo Morales desarrolle desde México lo que ella llama una convocatoria a la convulsión y a la sedición en Bolivia.
“Es decir, que Evo Morales nos está dejando una herencia: además de dejarnos esa marca que es la división entre bolivianos, dejarnos esta convulsión, querer general convulsión, dejarnos un país totalmente cuestionado por lo que ha hecho en el tema de la ampliación de la frontera de la hoja de coca; dejarnos un país donde él se convirtió en el ladrón del voto y de la democracia en Bolivia, ahora nos deja también a sicarios, o estos grupos subversivos que tratan de volverlo al poder”, comenta la ministra.
“Pero la resistencia civil, la gente boliviana democrática es la mayoría en este país y no lo va a permitir, ni las instituciones del orden como las Fuerzas Armadas y la Policía, que están con su pueblo”, asegura.