El ordenamiento y GAESA dan el tiro de gracia a las cooperativas privadas de construcción: Solo hay materiales para los hoteles de los militares.
Un total de 1.452.852 viviendas en Cuba tienen un estado regular o malo, la cifra representa el 37 % del fondo habitacional en el país, el cual alcanza los 3.946.747 viviendas hasta diciembre de 2020, según cifras oficiales publicadas por el diario estatal Granma.
En una reciente intervención en el programa Mesa Redonda de la Televisión Cubana, la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, reconoció que el desabastecimiento de materiales ha golpeado fuertemente la construcción de viviendas.
Desde el inicio del ordenamiento en el mes de enero, a pesar que los funcionarios del Ministerio de la Construcción informaron que los precios del cemento y otros materiales no variarían su precio, la realidad es que esos productos están en falta total en rastros y otros establecimientos estatales y solo aparecen en algunas tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC) o en el mercado informal, donde una bolsa de cemento supera los mil pesos cubanos.
Por otra parte no existe voluntad política de impulsar esto pues las autoridades siguen priorizando la construcción de hoteles para promover el turismo internacional.
Constructores desde la isla dijeron a Radio Televisión Martí que el Grupo de Administración Empresarial S. A. (Gaesa), controlado por los militares cubanos, sumado al proceso de ordenamiento monetario, han disparado el precio de los materiales de construcción. Está fórmula ha provocado la quiebra de las cooperativas privadas, agudizando las dificultades de los cubanos para reparar o construir una vivienda, en medio del déficit habitacional que enfrenta la nación.
Rodolfo Gregory, quien reside en la Habana, y es presidente de una cooperativa de construcción (PEMENCUB), señala que ellos están paralizados porque únicamente se está moviendo la construcción de los hoteles para el turismo, donde sí hay abundancia de materiales a través de la empresa de construcciones militares.
“Todo el mundo está parado por falta de cemento, y el que aparece lo vende el estado en tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC), fuera del alcance de la mayoría. Los trabajadores que yo tengo en PEMENCUB, han tenido que irse de la cooperativa, hay personas que llevan tres meses sin ganar un centavo”, alertó Gregory.
Por su parte Antonio Font, también en la capital, que es vicepresidente de PEMENCUB, destaca que el ordenamiento también influye en la actual crisis en el sector.
“Una tira de acero vale 25 dólares, un doble de cemento vale 1.200 pesos, la arena y la gravilla vale otra cantidad, y los bloques cuestan 30 pesos cada uno, eso sin contar la mano de obra”, contó Antonio.
El albañil Francisco Díaz está sin trabajo porque no aparecen los materiales para reparar las viviendas.
“No hay trabajo por falta de materiales, está muy difícil todo”, comentó Francisco.
En Santa Clara, el maestro de obra, Guillermo del Sol, apunta que no se cumplirán los planes de fabricación de viviendas para los cubanos.
“Aquí hay materiales y todo lo necesario para construir un hotel, porque pertenece al emporio de los militares, pero es increíble la situación para los cubanos, no hay acero, no hay cables ni tubos eléctricos, no hay tubería de agua, y no hay accesorios para la plomería”, señaló el constructor.
Una cubeta de 19 litros de pintura, tiene un valor en el mercado informal de unos 2.500 pesos cubanos, nos cuenta el sociólogo y asesor de emprendedores, Ángel Marcelo Rodríguez Pita.
“Quedaron en el aire todas las cooperativas privadas, y es muy discriminatorio que sus servicios lo ofrecen en moneda nacional, sin embargo tienen que comprar todos los insumos en MLC”, dijo el experto.
Y desde Santa Clara, el cuentapropista Yoel Espinosa Medrano, concluye que se castiga a los emprendedores privados, los que fabrican bloques y otros materiales, mientras que los miembros de la cúpula sí tienen de todo a su disposición.
“Aquí la ciudad se está derrumbando en pedazos, pero la directora provincial de transporte, Yudith Hernández Carrazana, echó una placa hace unos 15 días, en una casa que le dieron, que tiene como 70 metros cuadrados de placa”, informó Medrano.