El régimen cubano suspendió de manera permanente las llamadas telefónicas de cuatro presos políticos a sus familiares, como castigo por sus denuncias sobre las pésimas condiciones en que se encuentran las cárceles en Cuba en medio de la crisis por el coronavirus.
Según el activista de derechos humanos Jiordan Marrero Huerta, la decisión fue tomada por las autoridades en complicidad con la Seguridad del Estado.
El régimen decidió castigar a los miembros del Frente de Resistencia Cívica Felipe Martín Campanioni, quien cumple siete años por los "delitos de atentado, desacato y resistencia" y Misael Canet Velázquez, quien fue sentenciado bajo las mismas acusaciones a seis años de prisión. Ambos se encuentran en la prisión de Kilo-7, en Camagüey.
"Según informaron los familiares de los presos políticos, las autoridades de la prisión, en estrecha colaboración con la Seguridad del Estado, han decidido mantener las restricciones en las llamadas telefónicas aludiendo que los prisioneros continúan sacando denuncias desde el interior de la prisión", afirmó Marrero Huerta.
La represalia también alcanzó a Fernando Vázquez Guerra, coordinador provincial de la Unión Patriótica de Cuba en el territorio agramontino, quien está condenado a tres años de prisión en la misma cárcel por "impago de multas", y a Alexei Rodríguez Martínez, miembro de la Asociación Sindical Independiente, quien cumple cuatro años y medio de cárcel por el "delito de desorden público" en la prisión provincial de Holguín.
Según el activista de derechos humanos Ramón Zamora, el preso político Rodríguez Martínez fue privado del acceso al teléfono.
"La limitación fue de parte de la Seguridad del Estado por expresar su descontento con los atropellos que están sufriendo dentro de las prisiones", afirmó.
La alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, pidió recientemente a los gobiernos la liberación de los presos políticos para disminuir la población penal en medio del coronavirus.
El pasado sábado pasado, el régimen detuvo por los próximos tres meses la entrega de alimentos a todos los presos en la isla por parte de sus familiares. También suspendió las visitas familiares a los encarcelados en medio de la pandemia.
