El líder opositor venezolano, Henrique Capriles, gobernador de Miranda, explicó su rechazo a participar hoy en el Consejo Federal convocado por el presidente Nicolás Maduro, mientras aumenta la represión y la violación generalizada de los derechos humanos.
“Yo no voy a ir a una plenaria del Consejo Federal para hablar de temas administrativos como si aquí no estuviera pasando nada, que le vamos a decir a los familiares de las víctimas y los arrestados”, dijo Capriles. “Yo no voy a lavarle la cara a Nicolás, no voy a ser el músico del Titanic, se está hundiendo el barco y yo parte de la orquesta... Este es un gobierno moribundo, absolutamente moribundo”, afirmó.
Capriles dijo que este lunes dos personas más perdieron la vida como resultado de la represión y lamento que ayer, mientras se efectuaba en Carabobo el sepelio de la joven Geraldine Moreno , "Nicolás estaba echando un pie en Miraflores".
“Yo no soy el que va a lavarle la cara a Nicolás, como si aquí no estuviera pasando nada; mientras lo que dicen de Nicolás en todo el mundo es: genocida”, subrayó.
El líder opositor dijo que según la información oficial que se dispone hasta el mediodía de este lunes se han arrestado en todo el país a 649 personas de los cuales 376 ya fueron liberados.
Capriles afirmó que la oposición estaba de acuerdo con un proceso de diálogo, pero que ese diálogo de paz no lo puede hacer Nicolás Maduro desde Miraflores, porque desde ese escenario es donde se ordena la represión.
“Nicolás enterró ese escenario para hablar de la paz del país”, subrayó.
El presidente Maduro convocó ayer a un proceso de diálogo y paz, que debe comenzar el miércoles y al cual ha invitado a todos los sectores políticos, culturales y religiosos del país.
Capriles indicó que si el gobierno quiere de verdad llevar adelante un auténtico proceso de paz, no puede ser Miraflores quien llame a ese diálogo porque es el represor. Propuso que la Iglesia Católica, como una institución que medie en el conflicto para llevar adelante el diálogo.
El dirigente opositor propuso un grupo de medidas para discutir en un eventual diálogo de paz, entre las cuales destacó “sacar al gobierno cubano de la política y de las fuerzas armadas venezolanas”.
“Yo no voy a ir a una plenaria del Consejo Federal para hablar de temas administrativos como si aquí no estuviera pasando nada, que le vamos a decir a los familiares de las víctimas y los arrestados”, dijo Capriles. “Yo no voy a lavarle la cara a Nicolás, no voy a ser el músico del Titanic, se está hundiendo el barco y yo parte de la orquesta... Este es un gobierno moribundo, absolutamente moribundo”, afirmó.
Capriles dijo que este lunes dos personas más perdieron la vida como resultado de la represión y lamento que ayer, mientras se efectuaba en Carabobo el sepelio de la joven Geraldine Moreno , "Nicolás estaba echando un pie en Miraflores".
“Yo no soy el que va a lavarle la cara a Nicolás, como si aquí no estuviera pasando nada; mientras lo que dicen de Nicolás en todo el mundo es: genocida”, subrayó.
El líder opositor dijo que según la información oficial que se dispone hasta el mediodía de este lunes se han arrestado en todo el país a 649 personas de los cuales 376 ya fueron liberados.
Capriles afirmó que la oposición estaba de acuerdo con un proceso de diálogo, pero que ese diálogo de paz no lo puede hacer Nicolás Maduro desde Miraflores, porque desde ese escenario es donde se ordena la represión.
“Nicolás enterró ese escenario para hablar de la paz del país”, subrayó.
El presidente Maduro convocó ayer a un proceso de diálogo y paz, que debe comenzar el miércoles y al cual ha invitado a todos los sectores políticos, culturales y religiosos del país.
Capriles indicó que si el gobierno quiere de verdad llevar adelante un auténtico proceso de paz, no puede ser Miraflores quien llame a ese diálogo porque es el represor. Propuso que la Iglesia Católica, como una institución que medie en el conflicto para llevar adelante el diálogo.
El dirigente opositor propuso un grupo de medidas para discutir en un eventual diálogo de paz, entre las cuales destacó “sacar al gobierno cubano de la política y de las fuerzas armadas venezolanas”.
