"Con el tiempo se impuso el maltrato. Recuerdo que una tarde tuve que hacer cola y cuando me tocó el turno, le despacharon a otra persona y me ignoraron sin respetar que soy una persona mayor", comenta una asidua clienta de este establecimiento.
Según relatan algunos, en una inspección se detectó una serie de violaciones en esta dulcería que trajeron como consecuencia el cierre de la misma. De todas maneras, son muchos los que comentan que sus trabajadores eran vigilados porque el lugar le hacía la competencia al Estado, como sucedió con las ventas de ropas y calzados importados.
Ahora inaugurarron una heladería en Calle 21 entre 42 y 44, en el municipio Playa. Sus precios son en moneda nacional (CUP). Allí se pueden degustar más de diez sabores de helados de calidad acompañados de dulces, flanes y bizcochos, sin olvidar las cremas y siropes para decorar las bolas de helado, que son redondas y nunca huecas ni con trozos de hielo.
A pesar de que los clientes tienen que tomarse el helado de pie, el local es agradable y sus trabajadores, de uniforme, son solícitos y amables.
"Vale la pena saborear un Copa Lolita (dos bolas de helado y en el centro un flan), un Turquino (helado con dulce) o una ensalada (5 bolas del mismo o diferentes sabores) bien despachados. Esta merienda te alimenta y satisface. Voy con frecuencia y si quiero llevar para la casa también brindan ese servicio", dice una residente del municipio.
Los más pesimistas se cuestionan hasta cuándo durará esta heladería que funciona mejor que el Coppelia en sus tiempos de esplendor.A sus propietarios, la fama los puede volver avariciosos, o pueden caer en desgracia sino se someten a las arbitrariedades de los inspectores. Hay todo un cúmulo de negatividades posibles en un país donde hay tanto chantaje e imposiciones.
Publicado en Primavera Digital el 4 de mayo del 2014
Según relatan algunos, en una inspección se detectó una serie de violaciones en esta dulcería que trajeron como consecuencia el cierre de la misma. De todas maneras, son muchos los que comentan que sus trabajadores eran vigilados porque el lugar le hacía la competencia al Estado, como sucedió con las ventas de ropas y calzados importados.
Ahora inaugurarron una heladería en Calle 21 entre 42 y 44, en el municipio Playa. Sus precios son en moneda nacional (CUP). Allí se pueden degustar más de diez sabores de helados de calidad acompañados de dulces, flanes y bizcochos, sin olvidar las cremas y siropes para decorar las bolas de helado, que son redondas y nunca huecas ni con trozos de hielo.
A pesar de que los clientes tienen que tomarse el helado de pie, el local es agradable y sus trabajadores, de uniforme, son solícitos y amables.
"Vale la pena saborear un Copa Lolita (dos bolas de helado y en el centro un flan), un Turquino (helado con dulce) o una ensalada (5 bolas del mismo o diferentes sabores) bien despachados. Esta merienda te alimenta y satisface. Voy con frecuencia y si quiero llevar para la casa también brindan ese servicio", dice una residente del municipio.
Los más pesimistas se cuestionan hasta cuándo durará esta heladería que funciona mejor que el Coppelia en sus tiempos de esplendor.A sus propietarios, la fama los puede volver avariciosos, o pueden caer en desgracia sino se someten a las arbitrariedades de los inspectores. Hay todo un cúmulo de negatividades posibles en un país donde hay tanto chantaje e imposiciones.
Publicado en Primavera Digital el 4 de mayo del 2014
