Carlos, Luis y José Benítez son los primeros tres en la lista de 170 fugitivos acusados de robar millones de dólares a Medicare, sistema público de salud para personas mayores de 65 años de edad.
Es la primera vez que la Oficina del Inspector General del Departamento de Servicios Humanos y de Salud publica esta lista.
Los hermanos Benítez crearon clínicas fraudulentas que cobraron a Medicare 119 millones de dólares para medicinas muy caras que se dan a pacientes con Sida. Pero esos pacientes eran ficticios.
Carlos, Luis y José Benítez compraron hoteles, helicópteros y lanchas antes de fugarse a Cuba. Muchas de esas inversiones fueron hechas en República Dominicana.
El diario The Miami Herald reportó en septiembre del 2008 que las autoridades cubanas arrestaron al trío de estafadores y que no estaba claro si las autoridades estadounidenses trataban de negociar su entrega.
Los hermanos Benítez nacieron en Cuba y emigraron a la Florida en 1995. Cinco años después recibieron la ciudadanía de Estados Unidos y en el 2004 estaban bajo investigación de las autoridades federales.
Los fugitivos que estafan a Medicare suelen fugarse a Cuba, República Dominicana y México, informó The Miami Herald.
El fraude en Medicare es uno de los crímenes que más dinero le cuesta a Estados Unidos. Un cálculo citado por un reciente informe del Instituto para Estudios Cubanos y Cubano Americanos de la Universidad de Miami indica que en el 2009 ese fraude alcanzó los 60 mil millones de dólares.
El informe señala que la Florida es uno de los lugares con más irregularidades en Medicare. Por ejemplo, las solicitudes de reembolso a Medicare por servicios médicos son más altas en la Florida que en estados más grandes.
En servicios de salud mental, las solitudes de reembolso son cuatro veces más altas en la Florida que en Texas. En servicios de rehabilitación física, las solicitudes en la Florida son 140 veces más altas que en el estado de Nueva York. Y un tercio de las personas acusadas de fraude al sistema de Medicare son del sur de la Florida.
El informe de la Universidad de Miami agrega que al menos la mitad de los fugitivos de Medicare del sur de la Florida están en Cuba.