Las autoridades cubanas impidieron en diciembre de 2015 que el boxeador peso pesado camagüeyano Luis Ortiz visitara a su madre, quien se encuentra enferma.
Según un reportaje de El Nuevo Herald, Ortiz estaba a punto de viajar a la isla cuando la agencia que le tramitó el pasaje le hizo saber que el Gobierno de Cuba le había negado la entrada a su patria.
"No se me dio una explicación y fue todo muy triste, porque ya estábamos en el aeropuerto listos para abordar. En ese momento sentí como si me clavaran un puñal en el pecho. Estoy desesperado por ver a mi mamá", indicó el boxeador de 36 años de edad.
¿Por qué unos sí y otros no?
Ortiz (24-0, 21 KO) abandonó de forma ilegal Cuba en 2010 y, según las disposiciones de inmigración castristas, los nacionales que abandonan el país de esa forma tienen que esperar ocho años para volver. Claro, que toda regla tiene excepciones en el librito del Gobierno de La Habana. Por ejemplo: autorizó ese mismo diciembre el regreso del pelotero de Grandes Ligas José Abreu, quien se fue de Cuba en 2013.
Ortiz, quien retuvo su título pesado interino de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) el pasado 19 de diciembre al vencer al estadounidense Bryant Jennings (24-1, 2 KO) en Verona, Nueva York, espera defender con éxito su corona en marzo de 2016 contra un rival que aún no ha sido seleccionado.
Si la suerte lo acompaña volvería a hacerlo en el mes de junio, esta vez contra el ruso Alexander Ustinov (33-1,24 KO), porque "la próxima vez que vea a mi mamá quiero que me vea como un campeón completo".
