En un editorial, Bloomberg llama a Estados Unidos y Cuba a abandonar las cifras de sus reclamaciones, que considera poco realistas, con respecto a las propiedades estadounidenses confiscadas en la isla y los presuntos daños del embargo a la economía cubana, en pro de una solución más práctica.
Las alrededor de 6.000 demandas presentadas ante la Comisión de Resolución de Reclamaciones Extranjeras por parte de empresas y ciudadanos estadounidenses expropiados ascienden, con los intereses del 6% anual, a unos $8.000 millones, mientras que Cuba reclama unos $121.000 millones.
"Ninguna de estas cifras puede tomarse en serio: las estadounidenses descansan mayormente en proyecciones, mientras que las de Cuba se apoyan en un pensamiento mágico", dice Bloomberg.
La página de negocios sugiere: "La mitad del valor de las reclamaciones estadounidenses corresponde a 10 compañías de Estados Unidos, y algunas aceptarían a cambio, de buen grado, oportunidades de nuevas inversiones en la isla. Cuba podría compensar fácilmente los $229 millones que adeuda a los otros 5.014 demandantes individuales estadounidenses".
La publicación aconseja a ambas partes que
en lugar de resolver demanda por demanda apunten a una "negociación amplia" como la sugerida por el grupo de estudios Brookings Institution.
Esto es, alcanzar un arreglo financiero modesto y realista y englobarlo en un conjunto de acuerdos mayores para levantar sanciones, promover el comercio y la inversión, ofrecer a la isla asistencia para el desarrollo y comprometer a La Habana a emprender reformas más rápidas y profundas.
El editorial predice que "la inversión estadounidense aplicada a la base industrial relativamente desarrollada de Cuba y a su población altamente educada podría estimular el crecimiento y ofrecer un impulso a toda la región".
Esto beneficiaría a todos y no debe permitirse que disputas sobre contabilidad lo impidan, concluye diciendo Bloomberg.