Ángel Santiesteban, Manuel Cuesta Morúa, y Gorki Águila tienen en común que disienten del régimen cubano. El primero fue procesado en un juicio tan carente de garantías que fue declarado por el abogado en estado de indefensión, basándose en la ley cubana. Sus testigos de la defensa, que podían declarar haber estado con él a la hora en que, se dijo, ocurrieron los hechos, fueron desestimados.
Por la confusa declaración de su hijo, menor de edad, de que su padre no estaba en su casa el día en que la ex mujer de Santiesteban alegó que él la había atacado. (Claro, estaba en otro lugar, junto a sus hermanos de la logia masónica que luego eran sus testigos de la defensa) La primera declaración de su ex mujer hablaba de una pelea, al segundo día apareció con que había sido un ataque sexual y al cabo de los días lo acusó nada menos que de intento de asesinato. No hubo evidencia de ninguna de las tres cosas. El único testigo de la fiscalía apareció en un video confesando que le habían dado un teléfono móvil y algunas prendas de ropa para que mintiera. Por eso, le rebajaron los cargos de violación e intento de asesinato pero no el de ataque, a pesar de que no hubo una sola evidencia. Llevaron una oficial de criminalística experta en caligrafía diciendo que la letra inclinada de Santiesteban indicaba una personalidad violenta, y con eso terminó el proceso. Santiesteban está en la cárcel, hace exactamente un año en este mes de febrero. El hecho es que no tuvo un juicio con garantías procesales. La mujer que hace más de cinco años ha compartido la vida con él nunca dudó de su integridad y le visita en la cárcel. Su ex mujer que fue quien le acusó es además la madre de su hijo y todo indica que actuó por despecho y venganza pasional ante la vida y relación exitosa de su ex cónyuge.
El caso de Cuesta Morúa es reciente. Ha sido acusado bajo la figura delictiva de Difusión de noticias falsas contra la paz Internacional. En espera de que haya juicio a pesar de la irracionalidad de todo el asunto.
Gorki Águila, el cantante de la banda de punk rock Porno para Ricardo, deberá someterse a juicio sumario el próximo martes. Me dio una entrevista que salió publicada en Cubanet y reproduje en este blog hace meses.
En ella contó que estaba sentado en el muro de una céntrica calle habanera en compañía de un amigo, cuando un patrullero paró enfrente de él y le dijo así sin más que estaba detenido. En su mochila llevaba 2 pastillas de Tradea. Una medicina indicada para la epilepsia que padece hace 20 años. En estos meses al menos Gorki consiguió que el médico que se la recetó, en México, expidiera una historia clínica explicando por qué toma el medicamento. Ese documento fue avalado por todas las instancias pertinentes mexicanas y pasó incluso por la Embajada de Cuba en México. A pesar de eso las autoridades, que son la máscara de algo más siniestro, insisten en que se celebre el juicio. Sus amigos estamos preocupados y pensamos que hay que desconfiar de un proceso sumario, como el que tendrá lugar en su contra el próximo martes 11 de febrero -en el Tribunal de 100 y 33, Marianao-, porque en ocasiones viene dictada de antemano la sentencia. La abogada que lo defenderá, solo podrá ver el expediente en el mismo momento del juicio y ha debido preparar su defensa en abstracto. La buena noticia es que ella está confiada porque no hay modo de probar que la Tradea fuera otra cosa que lo que es: un medicamente indicado para la enfermedad que padece el acusado. Pero estamos en Cuba. Es una realidad kafkiana. Estamos inmersos en ella; es una pesadilla de la que queremos despertar. Muchas vidas han sido destruidas arbitrariamente. La peor modalidad de malévola complicidad con el régimen de la Habana es la que aportan los izquierdistas de todo el mundo.
Incluso el secretario general de la ONU Y el secretario general de la OEA, no tuvieron el coraje ni el compromiso ético de mirar y referirse a lo que hay detrás del discurso de los dictadores cubanos, en la II Cumbre de CELAC que se clausuró recientemente.
Me aferro a la esperanza de un golpe de suerte, que no tendría nada de azaroso pero como pinta tan mal tendría que ser posible nuestra liberación justamente porque parece imposible.
Este post de Lilianne Ruiz fue publicado originalmente en el Blog de Jerónimo
Por la confusa declaración de su hijo, menor de edad, de que su padre no estaba en su casa el día en que la ex mujer de Santiesteban alegó que él la había atacado. (Claro, estaba en otro lugar, junto a sus hermanos de la logia masónica que luego eran sus testigos de la defensa) La primera declaración de su ex mujer hablaba de una pelea, al segundo día apareció con que había sido un ataque sexual y al cabo de los días lo acusó nada menos que de intento de asesinato. No hubo evidencia de ninguna de las tres cosas. El único testigo de la fiscalía apareció en un video confesando que le habían dado un teléfono móvil y algunas prendas de ropa para que mintiera. Por eso, le rebajaron los cargos de violación e intento de asesinato pero no el de ataque, a pesar de que no hubo una sola evidencia. Llevaron una oficial de criminalística experta en caligrafía diciendo que la letra inclinada de Santiesteban indicaba una personalidad violenta, y con eso terminó el proceso. Santiesteban está en la cárcel, hace exactamente un año en este mes de febrero. El hecho es que no tuvo un juicio con garantías procesales. La mujer que hace más de cinco años ha compartido la vida con él nunca dudó de su integridad y le visita en la cárcel. Su ex mujer que fue quien le acusó es además la madre de su hijo y todo indica que actuó por despecho y venganza pasional ante la vida y relación exitosa de su ex cónyuge.
El caso de Cuesta Morúa es reciente. Ha sido acusado bajo la figura delictiva de Difusión de noticias falsas contra la paz Internacional. En espera de que haya juicio a pesar de la irracionalidad de todo el asunto.
Gorki Águila, el cantante de la banda de punk rock Porno para Ricardo, deberá someterse a juicio sumario el próximo martes. Me dio una entrevista que salió publicada en Cubanet y reproduje en este blog hace meses.
En ella contó que estaba sentado en el muro de una céntrica calle habanera en compañía de un amigo, cuando un patrullero paró enfrente de él y le dijo así sin más que estaba detenido. En su mochila llevaba 2 pastillas de Tradea. Una medicina indicada para la epilepsia que padece hace 20 años. En estos meses al menos Gorki consiguió que el médico que se la recetó, en México, expidiera una historia clínica explicando por qué toma el medicamento. Ese documento fue avalado por todas las instancias pertinentes mexicanas y pasó incluso por la Embajada de Cuba en México. A pesar de eso las autoridades, que son la máscara de algo más siniestro, insisten en que se celebre el juicio. Sus amigos estamos preocupados y pensamos que hay que desconfiar de un proceso sumario, como el que tendrá lugar en su contra el próximo martes 11 de febrero -en el Tribunal de 100 y 33, Marianao-, porque en ocasiones viene dictada de antemano la sentencia. La abogada que lo defenderá, solo podrá ver el expediente en el mismo momento del juicio y ha debido preparar su defensa en abstracto. La buena noticia es que ella está confiada porque no hay modo de probar que la Tradea fuera otra cosa que lo que es: un medicamente indicado para la enfermedad que padece el acusado. Pero estamos en Cuba. Es una realidad kafkiana. Estamos inmersos en ella; es una pesadilla de la que queremos despertar. Muchas vidas han sido destruidas arbitrariamente. La peor modalidad de malévola complicidad con el régimen de la Habana es la que aportan los izquierdistas de todo el mundo.
Incluso el secretario general de la ONU Y el secretario general de la OEA, no tuvieron el coraje ni el compromiso ético de mirar y referirse a lo que hay detrás del discurso de los dictadores cubanos, en la II Cumbre de CELAC que se clausuró recientemente.
Me aferro a la esperanza de un golpe de suerte, que no tendría nada de azaroso pero como pinta tan mal tendría que ser posible nuestra liberación justamente porque parece imposible.
Este post de Lilianne Ruiz fue publicado originalmente en el Blog de Jerónimo