El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y varios líderes mundiales iniciaron el jueves la primera de tres cumbres de emergencia con una sombría advertencia del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, sobre que la alianza debe reforzar sus defensas para hacer frente a la invasión rusa en Ucrania y "responder a una nueva realidad de seguridad en Europa".
Stoltenberg hizo ese comentario al inicio de una cumbre de la OTAN centrada en aumentar la presión sobre el presidente de Rusia, Vladimir Putin, por la agresión a Ucrania, sin dejar de lado las consecuencias económicas y de seguridad en Europa y el resto del mundo.
"Nos reunimos en un momento crítico para nuestra seguridad", dijo Stoltenberg, dirigiéndose a los líderes reunidos en una gran mesa redonda. "Nos unimos en la condena a la agresión no provocada del Kremlin y en nuestro apoyo a la soberanía y la integridad territorial ucraniana".
La alianza, afirmó, "está decidida a seguir imponiendo costes a Rusia para conseguir el final de esta guerra brutal".
A lo largo del día, la capital diplomática europea acogerá la cumbre de emergencia de la OTAN, una reunión del Grupo de los Siete países más industrializados y una cumbre de la Unión Europea. Biden asistirá a las tres reuniones y celebrará una conferencia de prensa después.
La agenda de la jornada hizo que Bruselas quedara salpicada de controles policiales y cortes de carreteras para ayudar a que las caravanas oficiales pudieran cruzar la ciudad conforme los mandatarios iban de una reunión a otra.
Biden llegó el miércoles por la noche con el objetivo de convencer a sus aliados para que impongan nuevas sanciones a Rusia, que ha visto su economía castigada por semanas de vetos, boicots y medidas punitivas.
Aunque Occidente ha mostrado en su mayor parte un frente común ante Rusia desde su invasión de Ucrania, hay un reconocimiento generalizado de que esa unidad se verá puesta a prueba conforme los costes de la guerra afecten a la economía global.
El refuerzo de tropas en el flanco oriental de la OTAN, que durará casi con certeza de cinco a 10 años para disuadir con efectividad a Rusia, también pesará sobre los presupuestos nacionales.
"Debemos hacer más, y por lo tanto debemos invertir más. Hay una nueva sensación de urgencia y cuento con que los líderes acordarán acelerar las inversiones en defensa", dijo Stoltenberg antes de la cumbre.
El asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan, dijo que Estados Unidos quiere oír "que la resolución y la unidad que hemos visto en el último mes perdurarán tanto tiempo como sea necesario".
La crisis energética agravada por la guerra será un tema especialmente espinoso en la cumbre del Consejo Europeo, donde los líderes de España, Portugal, Italia y Grecia tienen la esperanza de conseguir una respuesta coordinada de todo el bloque. Las autoridades de la UE han dicho que pedirán ayuda de Estados Unidos para reforzar las instalaciones de almacenamiento de gas natural para el próximo invierno y también quieren que el bloque haga compras conjuntas de gas.
El canciller alemán Olaf Scholz ha rechazado las peticiones de boicotear los suministros energéticos rusos, señalando que haría un daño considerable a la economía de su país. Scholz está presionado por activistas medioambientales para que reduzca con rapidez su dependencia de la energía rusa, pero dijo que el proceso tendrá que ser gradual.
"Hacerlo de un día para otro supondría sumir a nuestro país y a toda Europa en recesión", dijo Scholz el miércoles.
Polonia y otros países del flanco oriental de la OTAN querrán aclarar también cómo pueden ayudar Estados Unidos y otros países europeos en su creciente preocupación sobre una agresión rusa, así como con la crisis de refugiados. Más de 3,5 millones de personas han huido de Ucrania en las últimas semanas, incluidos más de 2 millones llegados a Polonia.
Biden tenía previsto visitar Polonia el viernes, donde se esperaba que los dos temas dominasen sus conversaciones con el presidente, Andrzej Duda. Otro momento significativo podría llegar poco antes de que Biden regrese el sábado a Washington.
La Casa Blanca dijo que tenía previsto "hacer declaraciones sobre los esfuerzos unidos del mundo libre para respaldar al pueblo de Ucrania, exigir responsabilidades a Rusia por su guerra brutal y defender un futuro arraigado en principios democráticos".