José Abreu está inspirado y su primer año en las Grandes Ligas no podría ser mejor. Está bateando para .300, con 86 carreras impulsadas y 31 jonrones (líder en estos dos últimos departamentos). Además, le han otorgado 31 bases por bolas, ha conectado 29 dobles y un triple, y se ha ponchado 102 veces. Su promedio de slugging es de .602.
Miguel Cabrera batea para .309, con 85 carreras impulsadas y 17 jonrones. Los lanzadores le han dado 47 bases por bolas. Ha conectado 36 dobles, un triple, y se ha ponchado 82 veces. Su promedio de slugging es de .509.
En otras palabras, el desempeño de estos dos colosos marcha muy parejo, lo que pone bien alto la forma en que está jugando Abreu (novato), porque lo estamos comparando con Cabrera, el único latino que ha logrado ganar la Triple Corona (promedio de bateo, carreras impulsadas y jonrones), en la temporada de 2012. Cabrera necesitó nueve temporadas para su hazaña: ¿cuántas necesitará Abreu?, ¿lo logrará algún día? Mañana Dios dirá…
La diferencia en el promedio de bateo entre los dos es insignificante, Cabrera (.309) y Abreu (.300). En cuanto a los dobles, Cabrera ha bateado 7 dobles más que Abreu; están empatados en triples con uno, y Abreu se ha ponchado 18 veces más que Cabrera. Sin embargo, el promedio de slugging de Abreu (.602) es más alto que el de Cabrera (.509). También lo supera en el importante renglón de los cuadrangulares por un margen de 14.
Pero lo más interesante de esta comparación viene a continuación… se remonta al debut de Cabrera en las Grandes Ligas. El tigre de Maracay comenzó a jugar en las Grandes Ligas en 2003 con los Florida Marlins. Tuvo un promedio de bateo de .268, con 12 jonrones y 62 carreras impulsadas. O sea, que las estadísticas de Abreu en su primer año en la pelota profesional estadounidense son considerablemente superiores a las de Cabrera. La temporada aún no ha finalizado, pero solo resta un mes para que esto ocurra, y es prácticamente imposible que Abreu, que batea en este momento para .300, vaya a bajar su promedio a menos de .268, que fue el promedio de bateo de Cabrera hace 11 años.
Cabrera ha jugado once temporadas; en ocho ha bateado por encima de los .300. Solo lo hizo por debajo en las temporadas de 2003 (.268), 2004 (.294) y 2008 (.292). En resumen, ha demostrado su enorme calidad a través de los años. En cuanto a Abreu, esperemos que su estrella no se apague y demuestre que sus estadísticas no fueron por obra de la casualidad y que llegó a las Grandes Ligas para quedarse.