Los coches autónomos de Google ya circulan en condiciones reales en las rutas de Silicon Valley en California, más precisamente en la localidad de Mountain View, sede del gigante de internet.
Por razones de seguridad, su velocidad máxima es de 40 Km/h, a fin de limitar los gastos en caso de que el automóvil se salga de la ruta o choque contra algún obstáculo.
“Durante esta fase de nuestro proyecto, tendremos ‘conductores de seguridad’ a bordo con acceso a un volante, pedales de aceleración y frenado que les permitirán tomar el control si es necesario”, indicó la empresa Google.
Estos mecanismos eran las exigencias que impusieron las autoridades californianas para permitir avanzar a la fase de experimentación en la vía pública. La empresa estadounidense en efecto obtuvo en mayo la luz verde de California.
Hasta ahora, la firma de Mountain View solo tenía derecho a hacer circular algunos vehículos modificados de Lexus, la marca premium de Toyota.
Develado hace un año, el Google Car es un pequeño coche eléctrico de diseño simple -una especie de Smart más redondeado- con capacidad para dos personas.
Al lanzarse a las rutas públicas, Google espera obtener más datos para poder mejorar esta tecnología, en particular en lo que refiere a acontecimientos inesperados y ocasionales (desvíos, pasos de peatones y comportamiento de los demás conductores, entre otros), para lograr que el vehículo sea capaz de ajustar su trayectoria y velocidad.
Google tiene el objetivo de comercializar el Google Car para 2020.