A partir del 1 de febrero, el gobierno de Cuba incrementará el valor minorista de gasolina y diésel regulares de 25 a 132 pesos (428%), y de gasolina especial de 94 octanos, de 30 a 156 pesos (420%), anunció el lunes el ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro.
El funcionario dijo que el alza de los combustibles más usados en el país es necesario para asegurar el suministro en el marco de una aguda crisis económica.
Los aumentos de los precios son parte de un paquete más amplio de medidas que se anunciarán durante el año, informó la agencia de prensa Reuters.
Cuba también abrirá 29 gasolineras para vender exclusivamente en dólares, con lo que busca obtener divisas para comprar combustible en el mercado internacional.
El economista cubano Pedro Monreal, exiliado, advirtió que los anunciados aumentos harán impacto en el precio de otros bienes. “Hasta ahora, el combustible no había sido un factor de incremento del índice de precios al consumidor”, explicó en la plataforma X.
El gobierno cubano sostiene que es necesario controlar los gastos y contrarrestar el déficit de dólares, los que necesita para importar alimentos, insumos para la agricultura, combustibles y otros bienes esenciales.
Según Monreal, “la expansión de la dolarización interna para garantizar el reaprovisionamiento expresa una concepción monetaria rústica y revela que no se toma en serio la macro estabilización de Cuba”.
Las autoridades cubanas también ofrecieron detalles sobre las subidas tanto de las tarifas eléctricas para los usuarios más intensivos (más de 500 Kw/hora) como las del gas licuado, el preferido para cocinar.
Los cambios, argumentaron, son necesarios para recortar los subsidios y fomentar un uso más eficiente de la energía. "Estas medidas tienen como objetivo reactivar nuestra economía", dijo Regueiro.
Para dar contexto a esta situación, Monreal destacó que “los precios internacionales del petróleo y el gas son hoy menores que hace un año, y el subsidio a la electricidad y el gas licuado usualmente ha sido de gran escala en Cuba”.
Cuba, muy dependiente de las importaciones, culpa en gran parte a las sanciones de Estados Unidos, aunque hay transacciones multimillonarios entre los dos países, como las remesas, los viajes, las telecomunicaciones, la importación de alimentos de EEUU y la recepción de ayuda humanitaria.
Los cubanos han sufrido una creciente escasez de alimentos, medicinas, combustibles, recortes en el transporte público, la energía y otros bienes de consumo durante cuatro años, reportó Reuters. Además, la economía probablemente se contraerá en 2023, dijeron funcionarios en diciembre.
Foro