La Asociación para el Estudio de la Economía Cubana (ASCE) concluyó este sábado sus tres días de sesiones con temas que despiertan igual o mayor interés que los debates estelares que tuvieron lugar en su plenaria inaugural.
La inversión extranjera y su nuevo marco legal es un tema de primer orden lo mismo si se discute al principio que al final de un cónclave sobre el acontecer cubano, como lo ha hecho este foro auspiciado por ASCE (heredero de la venerable Sociedad Económica de Amigos del País) que durante 23 años viene protegiendo a distancia los más caros valores de la nación cubana.
Presidido por el abogado José Gabilondo de la Universidad Internacional de la Florida (FIU por sus siglas en inglés), un grupo de expertos examinó el largo camino que todavía tiene que recorrer la evolución del derecho civil cubano y la ley de inversión extranjera así como sus limitaciones a la iniciativa empresarial ciudadana, inseguridad jurídica, contratación de empleados a través de una dependencia del gobierno que cobra a los empresarios en dólares y paga a los trabajadores en pesos cubanos. Restricciones que uno de los ponentes, el abogado José Manuel Pallí, considera anacrónicas, pero que seguramente desaparecerán, según él, en el marco de los ajustes que La Habana está haciendo a su modelo económico.
Las discusiones de un debate general que ya tiene más de medio siglo también se vieron enriquecidas por una serie de temas como son el reflejo de las reformas en la prensa cubana, los incentivos culturales, la internet, el cine Independiente y la influencia de las transformaciones socioeconómicas actuales en el medio ambiente.
Pero el plato fuerte de la clausura es sin duda una mesa redonda presidida por Carlos Alberto Montaner sobre la metodología cubana de control social y su exportación a Latinoamérica. Exportación que incluye, según Carlos Sánchez Berzaín, el Socialismo del Siglo XXI, manufacturado por La Habana.
Se espera que ASCE publique en su totalidad o parcialmente el resultado de estos debates.
