Más de cien escritores, intelectuales y artistas exhortaron a las autoridades culturales cubanas a dialogar con los huelguistas y el resto de los activistas que se hallan cercados por las fuerzas de la Seguridad del Estado en la sede del Movimiento San Isidro por demandar la libertad del rapero Denis Solís.
En una carta pública entregada este martes al Ministerio de Cultura, al Consejo Nacional de Artes Plásticas, la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, UNEAC, y la Casa de las Américas, los profesionales del arte y la literatura expresaron su alarma por la crisis ascendente “alrededor de varios miembros del Movimiento San Isidro”.
“El origen de esta crisis se debe principalmente a los métodos de represión utilizados por los órganos de la Seguridad del Estado para impedir una lectura de poesía en la casa del artista Luis Manuel Otero Alcántara, convocada en solidaridad con el rapero Denis Solís”, indican.
Los firmantes denuncian que estos mecanismos represivos “han escalado desde detenciones arbitrarias, cerco de la sede del movimiento en La Habana Vieja, con el fin de cortar el acceso de las personas a la vivienda ubicada en Damas 955”, hasta medidas más restrictivas como la de impedir que se les entregue alimentos a las personas que allí se encuentran. También citan episodios de violencia “preocupantes”.
Hace pocos días un individuo atacó con botellas de vidrio al coordinador del Movimiento San Isidro, Luis Manuel Otero Alcántara, y rompió la puerta de la casa.
El mensaje afirma que “independientemente de que las instituciones oficiales cubanas quieran o no reconocerlo, el Movimiento San Isidro es un proyecto comunitario de arte independiente” y “un actor importante y legítimo del campo cultural cubano”.
Aclaran que entre las víctimas involucradas en esta crisis hay gente joven y talentosa, los cuales son parte de la comunidad intelectual cubana.
“Entendemos que esta es una crisis en el sector de la cultura, por lo que el Ministerio de Cultura debería asumir su responsabilidad e intentar mediar ante el Ministerio del Interior para su resolución. La salud de estos jóvenes debería ser la preocupación fundamental”, solicita la carta que considera que la más alta jurisdicción cultural cubana debe dialogar con los huelguistas, con el fin de encontrar una solución “favorable y positiva”.
Asimismo, destacan que “lo que el país necesita es que las instituciones se abran a la diversidad de nuestra sociedad civil, y que se respete y apoye toda iniciativa artística producida en Cuba”.
“Esta demanda”, dice la misiva, “se suscribe a un reclamo mayor: el del respeto a la libertad de creación. El posicionamiento del Estado Cubano y el Ministerio de Cultura debería ser de tolerancia y respeto”.
“Abogamos por una sociedad más abierta, en la que los funcionarios e instituciones de la cultura (y del gobierno, en general) participen de una ética de la democracia, apegada a la tolerancia y el respeto al Otro. Rechazamos la discriminación, la deshumanización y las técnicas represivas que se vienen utilizando para resolver problemas civiles”, concluye el texto.
La carta fue entregada a las máximas instancias culturales cubanas por las curadoras Liatna Rodríguez López y Solveig Font y los artistas Reynier Leyva Novo y Julio Llópiz-Casal, entre otros.