Dos activistas fueron detenidos en menos de 48 horas en Santiago de Cuba por intentar entregar a las autoridades una notificación de la marcha convocada para el 20 de noviembre.
Esta gestión, que han logrado realizar exitosamente en gobiernos locales de siete ciudades (La Habana, Pinar del Río, Guantánamo, Cienfuegos, Santa Clara, Holguín y Nuevitas), en Santiago de Cuba ha traído serias consecuencias para sus promotores.
Dariem Columbié, quien estuvo tres horas detenido en la estación número tres, conocida como la Motorizada en Santiago de Cuba, dijo a Radio Martí que fue víctima de un arresto violento, durante el cual fue amenazado por los agentes policiales que le impusieron además un acta de advertencia.
"Yo me dirigía hacia la oficina del intendente y el gobernador para entregar la solicitud de marcha el 20 de noviembre y en ese proceso una patrulla de la policía junto con algunos agentes de civil, me fueron al encuentro y violentamente me detuvieron. El documento, ellos se quedaron con él. Automáticamente me quitaron todo lo que llevaba y me metieron en la patrulla. Me agarraron por el cuello. Todavía, de hecho me cuesta trabajo tragar, parece que por la presión que me hicieron en el cuello no puedo ni respirar", relató.
La "Marcha Cívica por el Cambio" fue convocada inicialmente en las redes sociales por la plataforma ciudadana Archipiélago, pero cuenta con el apoyo de varios sectores de la sociedad civil independiente, entre ellos el Consejo para la Transición Democrática en Cuba.
La carta publicada por Archipiélago, y respaldada por cientos de firmantes, invita a todos los cubanos a hacer uso de los derechos de manifestación recogidos por la Constitución.
Sin embargo, los oficiales le dijeron a Columbié que "la marcha era por gusto, que no iba a ir nadie, que ellos iban a tener controlada a la gente, y que si lograba salir ese día, iba a ir preso como el 11 de julio", declaró el activista del Consejo.
La segunda detención es la de la activista Elsa Isaac Reyes, también miembro del grupo opositor, quien al explicar lo que iba a entregar fue detenida por tres horas, y el documento fue destruido en su cara. “Le arrebataron de la mano la solicitud que ella llevaba, se la rompieron, forcejaron y la montaron en una patrulla”, denunció a Radio Televisión Martí el opositor Manuel Cuesta Morúa.
Al día siguiente, la Seguridad del Estado le informó en su domicilio que el caso en su contra, abierto el 11 de julio y en el cual resultó multada, había sido reabierto.
“Regresó la Seguridad del Estado a su casa para llevarla a algún lugar a conversar. Ella se negó, porque no llevaron citación, y le dijeron que más tarde se la llevarían”, explicó el opositor.
(Con reporte de Ivette Pacheco para Radio Martí)