En el municipio Centro Habana se sustituyen los viejos postes del tendido eléctrico por otros nuevos. Para este tipo de labor hay que suspender el fluido eléctrico en las áreas donde se trabaja.
Una vasta zona del capitalino municipio se ve afectada desde hace más de una semana por apagones que comienzan casi al amanecer y se extienden hasta después de las ocho de la noche.
"No puedo hacer nada. Cómo echo a andar la lavadora, cómo coso con la máquina, un lío para levantar a los muchachos, amanece tarde, "quitan la luz" a las 6 y media o a las 7 de la mañana, está oscuro, así hay que vestirse, desayunar y salir para la calle; hasta el fin de semana, no sé si les van a colgar una medalla por jeringar tanto", dice una afectada.
"¡A ver qué se les ocurre después! Cuando asfaltaron las calles, a los pocos días las levantaron para unos arreglos. ¡Esto es una locura! Tengo casi todo en el congelador porque el calor te echa a perder la comida aunque esté en el refrigerador", comenta otra residente de la misma localidad.
El policlínico Albarrán, ubicado en Jovellar y Aramburu, estaba cerrado el miércoles en el horario de la mañana. Ni el cuerpo de guardia estaba funcionando para tomar la presión o auscultar a un paciente. Los enfermos tuvieron que enfilar calle arriba hasta el hospital "Calixto García". Otros llevan días sin recibir tratamientos.
Entre arreglos, ocurren negligencias que convierten entonces el apagón programado en rotura.
En "la capital de todos los cubanos" la vida sigue, lo que de mal a peor.
Publicado en Primavera Digital el 10 de junio de 2013 por Aimée Cabrera
Una vasta zona del capitalino municipio se ve afectada desde hace más de una semana por apagones que comienzan casi al amanecer y se extienden hasta después de las ocho de la noche.
"No puedo hacer nada. Cómo echo a andar la lavadora, cómo coso con la máquina, un lío para levantar a los muchachos, amanece tarde, "quitan la luz" a las 6 y media o a las 7 de la mañana, está oscuro, así hay que vestirse, desayunar y salir para la calle; hasta el fin de semana, no sé si les van a colgar una medalla por jeringar tanto", dice una afectada.
"¡A ver qué se les ocurre después! Cuando asfaltaron las calles, a los pocos días las levantaron para unos arreglos. ¡Esto es una locura! Tengo casi todo en el congelador porque el calor te echa a perder la comida aunque esté en el refrigerador", comenta otra residente de la misma localidad.
El policlínico Albarrán, ubicado en Jovellar y Aramburu, estaba cerrado el miércoles en el horario de la mañana. Ni el cuerpo de guardia estaba funcionando para tomar la presión o auscultar a un paciente. Los enfermos tuvieron que enfilar calle arriba hasta el hospital "Calixto García". Otros llevan días sin recibir tratamientos.
Entre arreglos, ocurren negligencias que convierten entonces el apagón programado en rotura.
En "la capital de todos los cubanos" la vida sigue, lo que de mal a peor.
Publicado en Primavera Digital el 10 de junio de 2013 por Aimée Cabrera