El profesor cubano de Antropología y Sociología, doctor Alexis Jardines, aseveró al periódico El Nuevo Día de Puerto Rico, que la Demanda Ciudadana por otra Cuba ha vertebrado a la oposición a nivel nacional y que su esencia es obligar al gobierno que ratifique los pactos por los derechos civiles, culturales y políticos de los cubanos.
El antropólogo, uno de los fundadores de Estado de SATS, junto a Antonio Rodiles y Jorge Calaforra, recordó los inicios del proyecto: “Un día, a mediados del 2010, se me apareció Antonio, para que me uniera a esa iniciativa que consistía en la realización de la primera edición de un evento contestatario de arte, cultura y ciencia. Me llamó la atención porque hacer eso en Cuba, al margen del gobierno, era algo muy raro y arriesgado. Se trataba de un programa de alcance nacional muy variado, de tres días de duración. El esfuerzo tuvo éxito y desde ese momento hicimos una gran amistad, al grado de que Antonio fue quien me llevó al aeropuerto en marzo del año pasado, cuando dejé mi país”.
Jardines, quien es profesor de la Universidad de Puerto Rico, explicó que en un principio los miembros del grupo no se consideraban opositores, sino simplemente cubanos contrarios a Fidel Castro, que habían decidido “no pasar el umbral (de lo que pudiera incomodar al gobierno) y mantener un perfil bajo, porque la realidad es que dentro de Cuba, la oposición está marcada”.
“Cuando yo salí, Antonio comenzó a involucrarse más con la oposición de línea dura, que es la más reprimida por el Estado. Al principio yo protesté por esta alianza, pero al poco tiempo, él me convenció de que era la mejor estrategia”, aseguró Jardines.
Para este académico, el carisma de Antonio Rodiles “ha vertebrado a toda la oposición a nivel nacional” a través de proyectos como Estado de SATS y la Demanda Ciudadana.
“La esencia de la Demanda es obligar al gobierno cubano a que ratifique los pactos que firmó en 2008 en las Naciones Unidas por los derechos civiles, culturales y políticos de los cubanos. Esa firma fue, aparentemente, un desliz, una mala orientación de Fidel que para ese entonces ya había renunciado, o un error de su hermano Raúl, que tal vez se la quiso dar de muy aperturista”.
El artículo de El Nuevo Día dedica un espacio a explicar la elección del nombre de este proyecto ciudadano: Estado de SATS es un término teatral con el que se define el instante en que el actor se prepara antes de salir a escena, momento en el que concentra toda su energía para liberarla después. "Se carga de energía para concretar al fin aquello por lo que éste ha venido preparándose durante mucho tiempo”, explicó Rodiles en una ocasión.
El antropólogo, uno de los fundadores de Estado de SATS, junto a Antonio Rodiles y Jorge Calaforra, recordó los inicios del proyecto: “Un día, a mediados del 2010, se me apareció Antonio, para que me uniera a esa iniciativa que consistía en la realización de la primera edición de un evento contestatario de arte, cultura y ciencia. Me llamó la atención porque hacer eso en Cuba, al margen del gobierno, era algo muy raro y arriesgado. Se trataba de un programa de alcance nacional muy variado, de tres días de duración. El esfuerzo tuvo éxito y desde ese momento hicimos una gran amistad, al grado de que Antonio fue quien me llevó al aeropuerto en marzo del año pasado, cuando dejé mi país”.
Jardines, quien es profesor de la Universidad de Puerto Rico, explicó que en un principio los miembros del grupo no se consideraban opositores, sino simplemente cubanos contrarios a Fidel Castro, que habían decidido “no pasar el umbral (de lo que pudiera incomodar al gobierno) y mantener un perfil bajo, porque la realidad es que dentro de Cuba, la oposición está marcada”.
“Cuando yo salí, Antonio comenzó a involucrarse más con la oposición de línea dura, que es la más reprimida por el Estado. Al principio yo protesté por esta alianza, pero al poco tiempo, él me convenció de que era la mejor estrategia”, aseguró Jardines.
Para este académico, el carisma de Antonio Rodiles “ha vertebrado a toda la oposición a nivel nacional” a través de proyectos como Estado de SATS y la Demanda Ciudadana.
“La esencia de la Demanda es obligar al gobierno cubano a que ratifique los pactos que firmó en 2008 en las Naciones Unidas por los derechos civiles, culturales y políticos de los cubanos. Esa firma fue, aparentemente, un desliz, una mala orientación de Fidel que para ese entonces ya había renunciado, o un error de su hermano Raúl, que tal vez se la quiso dar de muy aperturista”.
El artículo de El Nuevo Día dedica un espacio a explicar la elección del nombre de este proyecto ciudadano: Estado de SATS es un término teatral con el que se define el instante en que el actor se prepara antes de salir a escena, momento en el que concentra toda su energía para liberarla después. "Se carga de energía para concretar al fin aquello por lo que éste ha venido preparándose durante mucho tiempo”, explicó Rodiles en una ocasión.
