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Andy Rodríguez, otro que abandona Cuba con los ojos puestos en la MLB


Andy Rodríguez. (Captura de foto/ACN)
Andy Rodríguez. (Captura de foto/ACN)

En cualquier parte del universo, los niños y jóvenes que practican béisbol, tienen un sueño. Jugar en la mejor pelota del mundo, las Grandes Ligas, es una meta que se proponen los pequeños, adolescentes y juveniles desde que son guiados por sus padres en jornadas de entrenamiento que unen la escuela con el deporte.

En los últimos años, peloteros de la mayor isla de las Antillas vieron como muchos de sus coterráneos firmaron contratos en ligas en el extranjero. La Federación Cubana de Béisbol (FCB) logró firmar contratos con diferentes ligas, entre ellas Japón, México, Venezuela, Colombia, Nicaragua y México, y la liga canadiense americana.

Eso permite que la FCB inserte en esas ligas a jugadores cubanos que militan en diferentes equipos en la Serie Nacional de Béisbol. Algunos de ellos, como son los casos de Liván Moinelo y Alfredo Despaigne, han firmado contratos millonarios en la Liga Profesional de Japón.

Otros peloteros cubanos decidieron tomar rumbos diferentes. Abandonaron delegaciones deportivas en diferentes partes del mundo, o se fueron, legal o ilegalmente, a islas o naciones del Caribe y Centroamérica. Entre los que tomaron esta decisión se encuentran Aroldis Chapman, Vladimir Gutiérrez, Liván Hernández y los hermanos Gurriel, Yuli y Lourdes Jr.

Desde que comenzó la oleada de peloteros cubanos al exterior, que encabezó el reglano René Arocha, en 1991, hasta el último, el lanzador relevista de La Habana, Andy Rodríguez, son más de 200 peloteros cubanos que abandonaron su país con el sueño de jugar profesionalmente.

Este lunes, 7 de junio, en una nota de la FCB que publicó JIT (tabloide del INDER), se informa que Rodríguez decidió incumplir su contrato con el equipo Halcones de SoftBank, de la Liga nipona, y permanece en EEUU.

Según la FCB, el lanzador habanero permaneció en la sede del recién concluido Torneo Preolímpico de las Américas, realizado en el estado de la Florida, evento que ganó Estados Unidos junto a su clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio.

En la nota de la FCB, publicada por JIT, se señala que su posición le convierte en transgresor de los compromisos asumidos por el equipo de SoftBank y la FCB, al amparo de la cual se oficializó su vínculo con el equipo de Japón.

¿Qué pasa en estos casos? El SoftBank, y la Liga de Japón, que tiene fuertes vínculos con las Grandes Ligas, tendría que dejar en libertad a Rodríguez. Si no es dejado en libertad, el equipo de SoftBank mantiene aún los derechos de exclusividad del lanzador habanero.

Este es un caso delicado, ya que Japón tiene el derecho de mantener en su nómina a Rodríguez por el contrato avalado y firmado con la FCB. Ya hay un precedente con otro talentoso pelotero cubano que jugó en la Liga japonesa.

El pasado año, el lanzador-bateador santiaguero Oscar Luis Colás abandonó Japón, tras haber firmado contrato con el equipo Fukuoka SoftBank Hawks. La ventaja que tuvo Colás fue que, en diciembre pasado, el equipo SoftBank lo dejó en libertad. De esa forma, el camino quedó libre para poder firmar con cualquiera de las 30 organizaciones de la MLB.

El caso de Rodríguez, y el del pitcher Lázaro Blanco, quien tiene firmado un contrato profesional con la Liga Mexicana del Norte, son similares. Ambos lanzadores deberán ser liberados por los equipos de esas ligas para que sus caminos queden allanados para poder firmar contratos en la MLB. De lo contrario, tendrían que esperar por el vencimiento de sus contratos con las ligas de Japón y México.

Generalmente, eso se resuelve con “DON” dinero, cuando hay un interés muy grande por una organización de la MLB (siempre y cuando esas ligas dejen libre a los peloteros).

Estos casos en ocasiones complican las carreras de los jugadores. Por sus leyes, las organizaciones de Grandes Ligas respetan mucho esos contratos cuando fueron firmados por esas ligas (México y Japón), como en los casos de Blanco y Rodríguez.

El caso del prospecto de Ciego de Ávila, Luis Robert Moirán, quien firmó por 26 millones de dólares con los Medías Blancas de Chicago, fue diferente.

Moirán jugaba y abandonó la Liga Independiente canadiense-americana, que no tiene vínculos con las Grandes Ligas. Por ese motivo fue que firmó con Chicago como agente libre.

Mientras, el segunda base César Prieto no tiene problemas para convertirse en agente libre, dentro o fuera de EEUU. Prieto no tiene contrato con ninguna liga que tenga afiliación con la MLB. Inicialmente se habló de un contrato de Prieto con el equipo Olmecas de Tabasco, pero nunca se concretó ese acuerdo.

Prieto fue el primer cubano en abandonar la delegación isleña que intervino en el preolímpico en la Florida. Después se quedaron el psicólogo Jorge Sile Figueroa, el serpentinero Lázaro Blanco (tiene contrato con el equipo mexicano Saraperos de Saltillo), y el también lanzador Andy Rodríguez.

Esperemos que sus sueños de jugar a nivel profesional se cumplan, que se hagan realidad. Son sus metas, y la de sus familias.

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