En respuesta a las detenciones este lunes de ocho personas que participaron en una protesta en la Universidad China de Hong Kong, CUHK, incluidos tres estudiantes que han sido acusados en virtud de la ley de seguridad nacional, el director del programa de Amnistía Internacional de Hong Kong, Lam Cho Ming, dijo que gritar consignas políticas, cantar canciones y ondear banderas nunca debería ser un delito.
Ming agregó que "existe una sombría previsibilidad acerca de estos arrestos que pone al descubierto el deterioro de los derechos humanos en Hong Kong desde que se promulgó la ley de seguridad nacional.
“Las personas involucradas en esta pequeña protesta estaban simplemente expresando sus puntos de vista pacíficamente, pero esto ahora se trata como un crimen, ya que las autoridades de Hong Kong y del centro de China buscan aplastar todas las formas de disidencia”.
Ming expresó que los arrestos de este lunes son otro ejemplo de los intentos del gobierno de Hong Kong de silenciar los puntos de vista opuestos en el campus.
En medio de la represión generalizada de la libertad de expresión en las instituciones educativas de Hong Kong, los estudiantes y el personal docente de escuelas primarias, secundarias y universidades se han convertido en blanco de enjuiciamientos políticos con el pretexto de la "seguridad nacional", subrayó
Antecedentes
Docenas de estudiantes corearon consignas de protesta en una marcha no oficial del “día de graduación” en CUHK el jueves 17 de noviembre.
El lunes 7 de diciembre, ocho personas que participaron en la protesta fueron arrestadas y acusadas de reunión no autorizada. Tres de los detenidos fueron acusados además en virtud de la ley de seguridad nacional de "incitación a la secesión".
Algunas de las consignas que se escucharon en la protesta, como “Liberen a Hong Kong. Revolución de nuestro tiempo” y la canción“ Gloria a Hong Kong”, han sido prohibidas desde que se aprobó la ley de seguridad nacional impuesta por Beijing el 30 de junio de 2020.
Desde la promulgación de la ley, las universidades han restringido cada vez más la libertad de expresión y reunión pacífica en el campus, incluida la expresión pacífica de opiniones políticas. En los últimos cuatro meses, al menos tres profesores universitarios que apoyan el movimiento en favor de la democracia han sido relevados de sus puestos.
(Con información de Amnistía Internacional)