Raúl Castro dispensó un trato distinguido en La Habana a Miguel Ángel Mancera, jefe del Gobierno (alcalde) del Distrito Federal de México, quien realiza una visita a la isla acompañado del líder histórico de la izquierda mexicana Cuauhtémoc Cárdenas.
Castro, en compañía de su canciller Bruno Rodríguez, recibió en el Palacio de la Revolución a Mancera, otorgándole un trato reservado a altos líderes internacionales, informó el diario oficial Granma, en primera plana. Durante el encuentro, Castro y Mancera hablaron sobre "el desarrollo de proyectos de colaboración con el Distrito Federal", agregó la publicación.
Mancera fue elegido a nombre del partido de la Revolución Democrática (PRD, izquierda) que gobierna la capital mexicana desde 1997. En el marco de su visita oficial a La Habana, se reunió con el ministro de Salud Pública de Cuba, Roberto Morales Ojeda, para renovar la carta de intención de cooperación en materia de salud, firmada en julio de 2013.
En el encuentro se reafirmó la voluntad de buscar mecanismos y nichos de oportunidad para iniciar acciones concretas de intercambio de experiencias en el tratamiento del Alzheimer, así como para establecer un protocolo para la vacuna para el cáncer de pulmón y un medicamento para tratar el pie diabético.
El mandatario capitalino extendió una cordial invitación al ministro Morales para que, acompañado de una delegación de expertos, visite la nueva clínica de diabetes y de tratamiento de VIH/Sida que se abrirá en la Ciudad de México.
Cárdenas, de 81 años, es hijo del expresidente Lázaro Cárdenas (1895-1970), por quien los líderes cubanos sienten muchas simpatías debido a su apoyo a la revolución cubana en la década de los años 60. México fue el único país de América que no rompió relaciones con Cuba en esa década y mantuvo cordiales relaciones con La Habana durante los gobiernos del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Esos lazos, deteriorados durante las administraciones del Partido Acción Nacional (PAN), de Vicente Fox (2000-06) y Felipe Calderón (2006-12), están reconstruyéndose con el retorno del PRI al Gobierno con Enrique Peña Nieto, quien visitó La Habana en enero del pasado año.
Impulsadas por el Gobierno Federal, empresas mexicanas han expresado su interés en invertir en Cuba, sobre todo en el enclave industrial del mega puerto del Mariel, 45 km el oeste de La Habana.