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Crucen los dedos con visita de Carter


Ante un régimen represivo –como el que ha imperado en Cuba por más de medio siglo- es de suponer que las bondades naturales de la personalidad de Jimmy Carter, Premio Nobel de la Paz 2002, tengan poco poder de influencia o convencimiento con los mandamases octogenarios de La Habana.

Nos parece un buen gesto que el ex presidente Jimmy Carter viaje a Cuba con el intento de mejorar las relaciones entre Washington y La Habana y se reúna con el gobernante Raúl Castro.

Por supuesto ante un régimen represivo –como el que ha imperado en Cuba por más de medio siglo- es de suponer que las bondades naturales de la personalidad de Jimmy Carter, Premio Nobel de la Paz 2002, tengan poco poder de influencia o convencimiento con los mandamases octogenarios de La Habana.

Sin embargo, el solo hecho de que Carter se haya reunido además con su Eminencia el Cardenal de la Iglesia Católica cubana, Jaime Ortega, con la doctora Adela Dworin, presidente de la Comunidad Judía en Cuba, con Yoani Sánchez y los blogueros cubanos, con las Damas de Blanco, con Oswaldo Payá, Dagoberto Valdés, Elizardo Sánchez Santa Cruz, el doctor Oscar Elías y Biscet y el resto de los presos políticos recién liberados, ya es un gesto formidable de solidaridad y justicia del ex presidente norteamericano para con la voz soberana de la disidencia y la prensa alternativa cubana.

En unas horas el ex presidente estadounidense Jimmy Carter se despedirá de Cuba -y es precisamente aquí donde todos los cubanos tienen que cruzar los dedos en señal de una mejor suerte- pues unos meses después de su visita anterior a la isla en el 2002, cuando pronunció su famoso discurso en el Aula Magna de la Universidad de La Habana y mencionó al Proyecto Varela, el régimen de Fidel Castro ordenó la famosa redada del Grupo de los 75 en la Primavera Negra del 2003 y fusiló sin misericordia alguna a los tres jóvenes negros que intentaban salir de Cuba.

Los cubanos deben ser persistentes y dejar los dedos cruzados por un tiempo, para ver si evitan –el mal agüero- de otra ola represiva sobre Cuba, que ahora en el 2011 apunta peligrosamente hacia los blogueros y la prensa alternativa, por la campaña de satanización y demonización oficial contra ellos, titulada ‘Las Razones de Cuba’, que mejor debería titularse, los caprichos represivos del castrismo.

Mientras tanto, den los cubanos un adiós agradecido al ex presidente Jimmy Carter, pero mantengan sus dedos cruzados...

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