Cuba cerró septiembre con al menos 21 nuevos presos políticos y una cifra total de 1.052, informó Prisoners Defenders. Nueve de los 21 casos más recientes se corresponden con personas “procesadas hace unos meses, que han aflorado ahora”, señaló la organización.
La mayoría de los prisioneros de conciencia procede de núcleos familiares civiles, sin vínculos con grupos políticos, añade el reporte.
“En el informe exponemos algunos casos de torturas relacionados con los hijos menores de los reos, que Cuba usa para hacer el máximo de daño a las familias de los presos de conciencia. Son 117 mujeres en la lista, y no pocas con hijos que el Estado amenaza con arrebatarles, como ya ha hecho en algunos casos”, denunció Javier Larrondo, presidente de Prisoners Defenders.
La organización asegura que “sólo en los últimos seis meses se han añadido a la lista 104 nuevos presos políticos”, mientras que 14 la abandonaron en septiembre, tras el cumplimiento íntegro de la sanción impuesta.
Un total de 28 menores de edad permanecen encarcelados y seis están siendo procesados penalmente. “Hay que tener en cuenta que la elevada cifra actual, sin embargo, no contempla otros muchos niños que ya han salido de la lista por haber cumplido íntegramente sus condenas”, indicó el activista.
En este escenario, Larrondo cuestionó nuevamente la elección de Cuba para un puesto en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que “no hace sino constatar la necesidad de reformas en los mecanismos de Naciones Unidas, cuyos organismos de derechos humanos están plagados de países dictatoriales de diverso y esperpéntico pelaje”.
Prisoners Defenders dijo, además, que “unos 11.000 jóvenes, afrocubanos en su inmensa mayoría, y no pertenecientes a organizaciones opositoras”, sufren condenas “pre-delictivas”, es decir, sin delito alguno cometido, ni en grado de tentativa.
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