El gobernante venezolano Nicolás Maduro busca el favor de China para que su país entre al bloque de los BRICS y aliviar así las dificultades económicas por las que atraviesa, según declaró en una entrevista con la agencia estatal de noticias del gigante asiático Xinhua.
Los BRICS, integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, invitaron semanas atrás -durante una reunión del bloque en Johannesburgo a la que asistió el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel- a Argentina, Egipto, Etiopía, Arabia Saudí, Irán y Emiratos Árabes Unidos, a unirse al grupo a partir del 1 de enero de 2024.
Díaz-Canel, quien ya había cursado una solicitud formal de entrada al bloque para Cuba, asistió al evento en calidad de presidente del G77+China, pero no fue invitado a unirse.
Maduro se quejó de las sanciones que pesan sobre su gobierno, y dijo que han traído “grandes daños económicos” a Venezuela. Al país petrolero "se le aplicaron más de 950 sanciones ilegales, inmorales (...), "se le sacó del sistema financiero internacional, se le quitaron más de 30.000 millones de dólares en cuentas bancarias en el exterior, y se nos secuestró y robó una empresa muy importante en Estados Unidos llamada Citgo", dijo a Xinhua.
Como Díaz-Canel, Maduro alabó la capacidad del BRICS para la "desdolarización del mundo” e impulsar el surgimiento de un nuevo sistema financiero internacional. El bloque, aseguró, "es el gran motor para la aceleración del proceso de nacimiento de un mundo nuevo de cooperación”, donde no haya "hegemonismos ni imperialismos", subrayó.
En una entrevista en mayo pasado con el medio estatal ruso Russia Today, Díaz-Canel hizo una reflexión similar, al señalar que el BRICS constituye "una alternativa importante para la integración económico-comercial", lejos de la dolarización.
Maduro, que viajó al sureste de China el viernes, a la ciudad de Shenzhen para una visita de seis días, dijo a Xinhua que, entre otras estrategias para lograr este nuevo orden económico mundial, es necesario “fortalecer la relación China, América Latina y el Caribe”, y la “refundación” de las Naciones Unidas.
Añadió que Venezuela "ha resistido, y está en capacidad de recuperarse" tras el crecimiento económico de 15 % experimentado en 2022. En agosto pasado, ante las alarmas de una nueva recesión económica, Maduro vaticinó un crecimiento de más de 5% para finales de 2023, desestimando otras proyecciones.
Sobre las relaciones bilaterales, dijo que los pueblos de Venezuela y China son "entrañables amigos" con "un destino común en el mundo que está por venir".
En los últimos 15 años, Venezuela ha recibido más de 65.000 millones de dólares en financiamiento de China, en efectivo e inversiones, que han sido claves para la supervivencia económica del país sudamericano, subraya un reporte de Associated Press. Durante 10 de esos 15 años, Maduro ha permanecido en el poder.
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