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El ejército ruso continúa los bombardeos en Ucrania, pero se estanca en el avance


Tanque ruso destruido durante los combates por la defensa ucraniana en la ciudad de Jarkiv
Tanque ruso destruido durante los combates por la defensa ucraniana en la ciudad de Jarkiv

Las fuerzas rusas en Ucrania están bombardeando ciudades y matando a civiles, pero ya no avanzan en el terreno, dijeron los países occidentales el jueves, cuando la guerra que Moscú esperaba ganar en pocos días entró en su cuarta semana.

Funcionarios locales dijeron que los rescatistas en el asediado puerto sureño de Mariúpol estaban peinando los escombros de un teatro donde se habían refugiado mujeres y niños y que fue bombardeado por las fuerzas rusas el día anterior.

"El refugio antibombas aguantó. Ahora se están retirando los escombros. Hay supervivientes. Todavía no sabemos el (número de) víctimas", dijo a Reuters por teléfono el asesor municipal Petro Andrushchenko.

Rusia negó haber atacado el teatro, que según imágenes de satélites comerciales tenía la palabra "niños" marcada en el suelo antes de ser volado.

Mariúpol ha sufrido la peor catástrofe humanitaria de la guerra, con cientos de miles de civiles atrapados en sótanos sin comida, agua ni electricidad durante semanas. Las fuerzas rusas han empezado a dejar salir a algunas personas en autos particulares esta semana, pero han impedido que los convoyes de ayuda lleguen a la ciudad.

Viacheslav Chaus, gobernador de Chernihiv, una ciudad del norte que ha sido intensamente bombardeada, dijo que 53 civiles murieron allí en las últimas 24 horas. La cifra no pudo ser verificada de forma independiente.

En la capital, Kiev, un edificio del distrito de Darnytsky resultó muy dañado por lo que, según las autoridades, eran restos de un misil derribado a primera hora de la mañana.

Mientras los residentes limpiaban los cristales y se llevaban las bolsas con sus pertenencias, un hombre se arrodillaba llorando junto al cuerpo de una mujer que yacía cerca de una puerta, cubierto con una sábana ensangrentada.

Aunque ambas partes han señalado avances limitados en las conversaciones de paz de esta semana, el presidente Vladimir Putin, que ordenó la invasión rusa el 24 de febrero, mostró pocos signos de ceder.

En un vituperado discurso televisado, arremetió contra los "traidores y la escoria" de su país que ayudan a Occidente, y dijo que el pueblo ruso los escupirá como mosquitos.

Dmitri Medvédev, subdirector del Consejo de Seguridad de Putin, dijo que Estados Unidos estaba avivando una "repugnante" rusofobia en un intento de poner a Rusia de rodillas: "No funcionará: Rusia tiene el poder de poner en su sitio a todos nuestros descarados enemigos".

Kiev y sus aliados occidentales creen que Rusia lanzó la guerra no provocada para subyugar a un vecino al que Putin califica de estado artificial creado a partir de Rusia. Moscú dice que está llevando a cabo una "operación especial" para desarmarlo y "desnazificarlo".

Las fuerzas ucranianas, muy superadas en número, han impedido hasta ahora a Moscú capturar ninguna de las mayores ciudades de Ucrania, a pesar del mayor asalto que vive un estado europeo desde la Segunda Guerra Mundial. Más de 3 millones de ucranianos han huido y miles de civiles y combatientes han muerto.

Estancamiento en todos los frentes

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, invocó el Muro de Berlín y el Holocausto en un discurso por videoconferencia ante el Bundestag alemán, un día después de un discurso similar ante el Congreso de Estados Unidos.

Rusia ha asaltado Ucrania desde cuatro direcciones, enviando dos enormes columnas hacia Kiev desde el noroeste y el noreste, empujando desde el este cerca de la segunda ciudad más grande, Járkov, y extendiéndose en el sur desde Crimea.

No obstante, la inteligencia militar británica dijo en una actualización el jueves que la invasión se había "estancado en gran medida en todos los frentes", y las fuerzas rusas estaban sufriendo grandes pérdidas a manos de una resistencia ucraniana firme y bien coordinada.

Los suburbios del noreste y noroeste de Kiev han quedado reducidos a escombros por los intensos combates, pero la propia capital se ha mantenido firme, bajo toque de queda y sometida a mortíferos ataques nocturnos con cohetes.

En medio de los incesantes combates, ambas partes han hablado de avances en las conversaciones. Funcionarios ucranianos dijeron creer que Rusia se está quedando sin tropas para seguir luchando y que pronto podría llegar a un acuerdo sobre su fracaso a la hora de derrocar al gobierno ucraniano.

Moscú asegura que está cerca de acordar una fórmula que mantenga la neutralidad de Ucrania, una de sus exigencias desde hace tiempo.

Según indicó, las conversaciones de paz se reanudaron el jueves por videoconferencia por cuarto día consecutivo, discutiendo cuestiones militares, políticas y humanitarias.

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