El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, prometió el viernes permanecer en Kiev mientras sus tropas luchaban contra los invasores rusos que avanzan hacia la capital en el mayor ataque a un Estado europeo desde la Segunda Guerra Mundial.
Rusia lanzó su invasión por tierra, aire y mar el jueves tras una declaración de guerra del presidente Vladimir Putin. Se calcula que 100.000 personas huyeron mientras las explosiones y los disparos sacudían las principales ciudades. Se ha informado de decenas de muertos.
Funcionarios estadounidenses y ucranianos afirman que Rusia pretende tomar Kiev y derrocar al gobierno. El jueves, Rusia se apoderó de la antigua central nuclear de Chernóbil, al norte de Kiev, en la ruta más corta hacia la capital desde Bielorrusia, donde Moscú ha desplegado tropas.
"(El) enemigo me ha marcado como el objetivo número uno", advirtió Zelenskiy en un mensaje de video. "Mi familia es el objetivo número dos. Quieren destruir políticamente a Ucrania destruyendo al jefe de Estado".
"Me quedaré en la capital. Mi familia también está en Ucrania".
Putin dice que Rusia está llevando a cabo "una operación militar especial" para proteger a las personas, incluidos los ciudadanos rusos, sometidos a un "genocidio" en Ucrania, una acusación que Occidente califica de propaganda sin fundamento.
Cuando se le preguntó si estaba preocupado por la seguridad de Zelenskiy, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo a CBS: "Hasta donde yo sé, el presidente Zelenskiy permanece en Ucrania en su puesto, y por supuesto estamos preocupados por la seguridad de todos nuestros amigos en Ucrania - funcionarios del gobierno y otros".
LAS SANCIONES AUMENTAN
Ucrania, una nación democrática de 44 millones de habitantes, es el mayor país de Europa por superficie después de la propia Rusia. Votó por la independencia a la caída de la Unión Soviética y recientemente ha intensificado sus esfuerzos para unirse a la alianza militar de la OTAN y a la Unión Europea, aspiraciones que enfurecen a Moscú.
Putin negó durante meses que estuviera planeando una invasión, incluso cuando Estados Unidos advirtió que se avecinaba un ataque y compartió imágenes por satélite de las fuerzas rusas concentrándose en las fronteras de Ucrania.
Estados Unidos, Reino Unido, Japón, Canadá, Australia y la Unión Europea anunciaron más sanciones contra Moscú, además de las ya existentes a principios de esta semana, incluida una medida de Alemania para detener un gasoducto de 11.000 millones de dólares procedente de Rusia.
El ministro de Relaciones Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, declaró a Fox News que "para tener éxito, de nuevo, necesitamos sanciones, (las) más duras posibles".
China, de la que se esperaba que respaldara diplomáticamente a Rusia por la crisis en Ucrania, se ha negado a calificar el asalto de Moscú como invasión y, en su lugar, ha instado a todas las partes a actuar con moderación.
Australia criticó el viernes la posición de Pekín, mientras que Taiwán, una isla democrática reclamada por China que se ha enfrentado a un aumento de la presión militar china en los últimos dos años, anunció que impondría sanciones a Moscú.
Rusia es uno de los mayores productores de energía del mundo, y tanto ella como Ucrania se encuentran entre los principales exportadores de grano. La guerra y las sanciones perturbarán las economías de todo el mundo, que ya se enfrentan a una crisis al salir de la pandemia del coronavirus.
AVANCES MILITARES
Zelenskiy dijo el viernes que 137 militares y civiles habían muerto en los combates hasta ahora, y que cientos de personas habían resultado heridas. Las autoridades ucranianas habían informado anteriormente de la muerte de al menos 70 personas.
Washington y otros miembros de la OTAN han enviado ayuda militar a Ucrania, pero no hay ninguna iniciativa para enviar tropas a luchar junto a las fuerzas ucranianas por temor a desencadenar un conflicto europeo más amplio.
Kuleba dijo que Ucrania necesita "más armas para seguir luchando (...) la cantidad de tanques, vehículos blindados, aviones y helicópteros que Rusia lanzó sobre Ucrania es inimaginable".
A unos 90 kilómetros al norte de Kiev, Chernóbil ha sido tomada por fuerzas armadas sin marcas identificables que desarmaron a una unidad militar ucraniana que custodiaba la central, dijo el regulador nuclear estatal de Ucrania.
El regulador dijo que no hubo víctimas, que no se destruyó nada y que los niveles de radiación no habían cambiado. La agencia informó al Organismo Internacional de Energía Atómica de que había perdido el control de la central, añadió.
Ante los intensos combates registrados en varios frentes, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas votará el viernes un proyecto de resolución que condenaría la invasión rusa y exigiría la retirada inmediata de Moscú.
Sin embargo, Moscú puede vetar la medida, y no estaba claro el voto de China.
La invasión ha provocado protestas en Estados Unidos, Europa y dentro de la propia Rusia, donde las autoridades detuvieron a cientos de manifestantes que salieron a la calle el jueves.
Dmitry Muratov, editor de un periódico ruso que ganó el Premio Nobel de la Paz en 2021, dijo en una entrevista a la BBC que el 24 de febrero, día de la invasión, pasaría a la historia como el día en que "se le arrebató el futuro a Rusia".
"Nuestro pueblo ruso, amante de la paz, sentirá ahora el odio del mundo porque estamos empezando una tercera guerra mundial en el centro de Europa".