Luego que el régimen "confiscara injustamente" su casa e iglesia, el pastor Lorenzo Rosales Fajardo enfrenta una posible sentencia de 10 años de privación de libertad por participar en protestas pacíficas, advirtió Brian Nichols, subsecretario de Estado de Estados Unidos para Asuntos del Hemisferio Occidental.
“El régimen cubano trata de silenciar a quienes se pronuncian y amenazan su control”, aseveró Nichols en un mensaje divulgado en Twitter como parte de la campaña “¿Presos Por Qué?”.
El pastor Rosales Fajardo está confinado en la prisión de Boniato, en Santiago de Cuba, tras haber participado en las protestas antigubernamentales del 11 de julio en Palma Soriano.
En octubre, el líder apostólico Alaín Toledano denunció que Rosales Fajardo está siendo maltratado físicamente en la prisión.
"Lo que conocemos es que ha sido agredido físicamente. Militares se pusieron de acuerdo para afectarlo a él, mandando reclusos que lo golpearan", detalló Toledano tras hablar con el preso político.
“El pastor Lorenzo está siendo agredido, está siendo atacado, y no creo que sea directamente porque los presos lo odian, porque la gente ama a Dios, y la gente respeta a los pastores aún dentro de la prisión", manifestó el líder religioso.
En septiembre pasado, la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF) destacó el caso del pastor Rosales Fajardo en un informe sobre las protestas del 11 de julio, y su impacto en la libertad de religión o creencias en Cuba.
Menores detenidos el 11J
En otro tuit, publicado este lunes, Nichols hizo alusión al caso de una menor de edad detenida el 11 de julio.
"Gabriela Zequeira Hernández, de 17 años, está incomunicada por caminar junto a una protesta. Fue interrogada repetidamente en medio de la noche y amenazada por oficiales", detalló.
La joven, acusada del delito de “desorden público”, fue sentenciada en agosto pasado a 8 meses de privación de libertad por el Tribunal Provincial de La Habana, tras una apelación interpuesta por sus familiares.
Zequeira Hernández cumple su condena en régimen de reclusión domiciliaria. Por tener 17 años y ser una estudiante, el tribunal accedió a que se mantenga "de la casa a la escuela".
Varios menores de edad resultaron detenidos durante el levantamiento popular que sacudió la isla el 11J. Aunque la mayoría se manifestó pacíficamente, las autoridades cubanas intentan enjuiciarlos por delitos graves, por los que podrían recibir largas condenas en prisión.
"El régimen necesita respetar y proteger a su gente, no avergonzarlos y detenerlos injustamente", concluyó el subsecretario de Estado.
