El periodista independiente Jorge Bello Domínguez, uno de los manifestantes del 11 de julio en Cuba, enfrenta una acusación de “robo con fuerza”, delito que la familia califica de fabricado por la Seguridad del Estado.
“Nos unimos a la manifestación que se hizo aquí frente al Partido. De ahí nos trasladamos con todo el mundo para la policía. Después dimos una vuelta por el pueblo y muchas personas fueron para la tienda, pero Jorge Bello no participó en la rompedera. Desgraciadamente, lo quieren acusar de robo con fuerza”, dijo a Radio Martí su esposa, Yuleidis López González.
“En ninguno de los videos que están circulando por la calle aparece mi esposo en la tienda. Sí, en la manifestación. La policía acusa a los opositores de cosas que son mentira. Ese mismo día, alrededor de las 7 de la noche, fue a buscarlo a la casa un oficial de la Seguridad del Estado con dos policías en la ‘perseguidora’”.
Durante las protestas del 11 de julio, en Güira de Melena, donde reside el comunicador, fue saqueada la tienda panamericana “La Imprenta”, un comercio de pago en divisas cuya apertura causó gran malestar en los ciudadanos.
Bello Domínguez está detenido en la Unidad de Prevención de los llamados Boinas Rojas de Reloj Club, en Boyeros, La Habana, tras participar en las manifestaciones de la localidad artemiseña.
En la capital cubana, la Dama de Blanco Marieta Martínez permanece recluida en el Departamento Técnico de Investigaciones (DTI), ubicado en las calles 100 y Aldabó, instruida por cargos de desorden público. Este martes, se le dictaminó una medida cautelar de prisión provisional.
Informó por teléfono un instructor policial de 100 y Aldabó a Salvio Cobas, esposo de la activista, que esta fue apresada cuando tomaba parte de las demostraciones que se desarrollaron en Centro Habana.
Más de una semana después, las fuerzas policiales continúan buscando, casa por casa, a los participantes de la protesta antigubernamental más grande en 62 años de gobierno comunista.