Bajo toque de queda y otras medidas estrictas, artemiseños dijeron este jueves que son múltiples los problemas para enfrentar el rebrote de coronavirus en esa provincia, y señalaron a las autoridades como los principales responsables de la situación, al no garantizar las mínimas condiciones necesarias para evitar el contagio.
El Consejo de la Defensa de Artemisa ordenó la suspensión del transporte público y privado en los 11 municipios de la provincia, y estableció el toque de queda entre las 8:00 pm y las 5:00 am, a partir de este viernes, 18 de febrero, a las siete de la mañana, ante el incremento sustancial en el territorio del número de casos de coronavirus.
Se informó, además, que se aumentará el rigor en el control de las colas y queda prohibido el traslado de personas hacia otros territorios. También se limitó el horario y cantidad de personas en los velatorios, a dos horas de duración y exclusivamente con la presencia de los familiares más cercanos.
En San Antonio de los Baños, el campesino Daniel Alfaro Frías, reporta que allí han colapsado los centros de aislamiento disponibles en la localidad. En su barrio, hay cinco familias aisladas en sus hogares en espera del resultado de la prueba PCR, que está demorando varios días.
“Esto se les ha ido de la mano a ellos, el pueblo tiene que salir obligatoriamente en busca de la comida que el gobierno no garantiza. Todos los puestos de vianda están vacíos, por la canasta básica no llega nada, todas las casillas estás desabastecidas. Esto ha provocado que el virus esté en aumento y seguirá cuesta arriba”, aseguró Alfaro.
En el poblado de Cabañas, en el municipio de Mariel, el descontrol es total, y todo lo que se dice en la televisión estatal es pura ficción, asegura el promotor de la Corriente Martiana, Moisés Leonardo Rodríguez.
“Llevamos meses otra vez sin agua en medio de la pandemia. No entran viandas ni vegetales. Hay problemas en los hospitales. No controlan la epidemia realmente, porque todo lo que se ve es pura propaganda. En ningún momento han reconocido como fuente de infección las colas y los medios de transporte, que por aquí pasan repletos en esta provincia de Artemisa, sin respetar los protocolos”, dijo Rodríguez.
El periodista independiente Jorge Bello, quien labora para la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios y vive en Güira de Melena, expresa que el toque de queda nocturno es contradictorio, porque las aglomeraciones para comprar los pocos alimentos que venden, ocurren durante el día.
“Hay más de 200 personas que están aisladas esperando el resultado de la prueba, los tienen aislados en varias escuelas del territorio, donde las condiciones son pésimas, tanto higiénicas, así como alimentarias. Simplemente, que colapsó el país, y no quieren admitir que colapsó”, señaló el comunicador.
Y desde la cabecera provincial, el activista Gerardo Páez Díaz destaca que, en medio del aumento de los casos de COVID-19, hay una disminución de la presencia de agentes del orden para controlar las enormes colas en que genera el desabastecimiento.
“La situación que se respira es tensa, y uno de los mayores problemas consiste no solo en la cantidad, sino en la calidad de las pruebas PCR que se están realizando. Sostengo que el mayor culpable de lo que está ocurriendo es el gobierno, porque se vio obligado a la apertura de las fronteras al turismo, porque ya se había quedado sin recursos para sostener la situación interna”, concluyó.