Activistas, opositores y líderes de la sociedad civil en Cuba, y políticos y parlamentarios de Latinoamérica, Europa y Estados Unidos, así como de miembros de la comunidad cubanoamericana, coincidieron este miércoles en que la política exterior hacia la isla debe ejercer mayor presión sobre régimen y apoyar al pueblo en su lucha por la democratización.
El debate fue parte de la tercera emisión del ciclo de conferencias online “Rumbo al Cambio: Izquierda, Derecha y Uppercut”, conducido por Rosa María Payá, coordinadora de CubaDecide. En el evento, Dita Charanzová, vicepresidenta del Parlamento Europeo, hizo una presentación sobre el Acuerdo entre la Unión Europea y Cuba. También intervinieron, Valentina Martínez, del Partido Popular español, y la nicaragüense Edipcia Dubón, exdiputada del Movimiento Renovador Sandinista, el congresista Mario Díaz-Balart, y la expresidenta de Costa Rica, Laura Chichilla.
Payá compartió mensajes grabados de los opositores José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU); Luis Manuel Otero Alcántara, en representación del Movimiento San Isidro; José Díaz Silva, presidente del Movimiento Opositores por una Nueva República (MONR), y los pastores Alain Toledano Valiente, Alejandro Hernández y Demetrio Asprón.
Ferrer dijo que el régimen incrementa la represión contra los activistas, artistas, manifestantes pacíficos y contra el pueblo en general, por lo que debe ser castigado por los gobiernos y organismos internacionales. Hizo un llamado al presidente estadounidense Joe Biden, a la Unión Europea y otros gobiernos democráticos a sancionar a la “tiranía” y apoyar con “programas de asistencia de manera independiente” al pueblo cubano.
Otero Alcántara dijo que con las manifestaciones recientes en la isla “se ha demostrado que la dictadura no es la única que lleva las riendas del país”, y llamó a la comunidad internacional a “apoyar a los jóvenes, a la sociedad civil”, a instaurar la democracia en el país, un objetivo que en su opinión incumbe a los cubanos todos. “Los de afuera y los de adentro, necesitamos conectarnos”, recalcó.
El joven activista señaló que el cambio, la libertad, “puede pasar mañana”, crean que el cambio ya está aquí”, pidió a la audiencia.
Por su parte, Díaz Silva hizo un llamado a apoyar la demanda de la sociedad civil de que se reforme el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, para que los reclamos de la sociedad civil independiente cubana también sean escuchados en el foro.
El pastor Toledano envió un mensaje a la comunidad internacional: “Quiero pedirles que les pongan como condición a Cuba, ante todo trato, el respeto a los derechos civiles, el respeto a la libertad de expresión, a la libertad de movimiento, de religión. Si esto Cuba no lo cumple, no vale la pena tener ningún trato con Cuba, cuando tiene a un pueblo sumido en la miseria por un ideal político”.
Otro líder religioso, el evangélico Demetrio Asprón, se cuestionó por qué no se permite una ley de culto en la isla, y llamó a mostrar al mundo la realidad de un país donde no se respetan las libertades civiles más elementales.
Mientras, el pastor Alejandro Hernández llamó a la Unión Europea a cancelar el acuerdo con Cuba, porque, afirmó, el régimen de La Habana “pisotea los más elementales derechos humanos”.
Sobre el tema, Charanzová recordó que la protección de los derechos humanos es una piedra angular del liberalismo, el partido que representa, y destacó la necesidad de que los individuos ejerzan su derecho a ser libres, a votar libre y directamente por sus gobernantes, valores que, apuntó, se contraponen a la ideología y principios del Partido Comunista de Cuba.
Sobre la posición de la Unión Europea hacia Cuba, y el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación adoptado en 2016, dijo que la estrategia de la UE “es y sigue siendo la de fomentar un cambio político en Cuba”, pero que tiene dudas sobre las intenciones del régimen cubano de dar un paso hacia adelante para respetar los derechos fundamentales de sus ciudadanos.
La parlamentaria europea subrayó que “los pilares claros y claves del acuerdo” promueven el respeto a los derechos humanos y la democracia, pero, en contradicción con el mismo, la represión se ha recrudecido en Cuba.
“La Unión Europea debe hacer frente a estos hechos, usar las herramientas a su disposición, pedir una suspensión del acuerdo para enviar un mensaje firme y claro: que no tolerará las violaciones de los derechos humanos”, afirmó.
Mantener ese acuerdo, subrayó Payá, es como recompensar al régimen cubano por seguir avasallando a los ciudadanos. El régimen cubano también es causa de sufrimiento humano en otros países de América Latina, citó el caso de Colombia y las denuncias de operaciones de injerencia del castrismo en ese país. Y el de Nicaragua, donde el dictador Daniel Ortega repite la propaganda vestida de solidaridad del régimen cubano.
Valentina Martínez, desde España, dijo que en medio de la polarización política que vive su país, y un actor político nuevo como Podemos, vinculado a las dictaduras cubana y chavista, se ha visto un cambio de rumbo en la política exterior española.
“¿Qué más se puede hacer desde los partidos europeos para cambiar esta política hacia Cuba?”, preguntó Payá.
“Lo que tenemos que hacer, especialmente desde el Partido Popular y el Partido Popular Europeo, es apoyar este empuje de la sociedad civil que se está viendo en Cuba, para que esa fuerza que está surgiendo se vea legitimizada desde afuera, y obligue al régimen a esos cambios que se están exigiendo”, respondió Martínez.
La legitimidad de esa oposición democrática tiene que ser reconocida como heroica, subrayó.
Para la nicaragüense Dubón, la realidad es que en Cuba hay presos políticos, represión violencia, lo mismo que sucede en otras naciones de Latinoamérica como en Venezuela y Nicaragua.
Chinchilla envió desde Costa Rica un mensaje de apoyo al movimiento Cuba Decide. “Apoyar las aspiraciones democráticas de los pueblos no implica ser injerencistas”, aclaró, sino “levantar nuestra voz por los que han sido silenciados por regímenes represores”, como el que gobierna Cuba.
La exmandataria costarricense dijo que confía en que las nuevas generaciones serán capaces de “alcanzar el sueño de hacer de Cuba una nación abierta al mundo, en la que se pueda vivir sin temor y en libertad”.
Sobre qué puede hacer el gobierno estadounidense para presionar al régimen cubano a ceder ante la voluntad de cambio de la ciudadanía, el congresista Díaz-Balart dijo que la política de su país debe ser la de ayudar a la causa de la libertad, a los que luchan por ella, no darle legitimidad al régimen de La Habana.
Recomendó seguir presionando a los actores de la represión, como el ejército, el Ministerio del Interior y los funcionarios del Partido Comunista, y aclaró que “no debe suspenderse la ayuda humanitaria.
Díaz-Balart recalcó la importancia de aumentar el flujo de información y “mantener a Radio Televisión Martí” para perforar la propaganda del régimen, hacer visibles las violaciones a los derechos cubanos y dar a conocer a los que luchan contra la injusticia: las Damas de Blanco, el Movimiento San Isidro, así como la historia de los que han caído en esa lucha, entre los que mencionó a Oswaldo Payá, Harold Cepero, Orlando Zapata Tamayo, entre otros.
“Tenemos que trabajar para que otros países le den la legitimidad al pueblo cubano y se la quiten a los gobernantes”, apuntó el congresista.
En representación de la comunidad cubanoamericana en el Sur de la Florida, los jóvenes Rey Anthony, director de comunicaciones de la congresista María Elvira Salazar; y Janet Hernández, activista del Partido Demócrata; la escritora Vanessa García, y el politólogo Félix Toledo, entre otros, integraron un panel que debatió sobre qué se puede hacer desde la ciudadanía y la política estadounidense para apoyar la causa de la libertad en Cuba.
Anthony resaltó que actualmente hay un número récord de cubanoamericanos en el gobierno de EEUU: 8 republicanos, 2 demócratas, 3 en el senado, 7 en la cámara baja. Dijo que es importante prestar atención a lo que está sucediendo en ambas orillas, por un lado, una administración que ha prometido revertir ciertas políticas implementadas por el expresidente Donald Trump, que llevaron a que hubiera más presión contra la dictadura. Por el otro, un aumento de la represión en la isla, pero también un aumento de “los reclamos legítimos de la población”, expresándose abiertamente contra la dictadura.
En su opinión, la postura de la comunidad cubanoamericana “debe estar unida”, tanto la del partido demócrata como la del republicano, sin hacer concesiones, y basadas en los principios de la Ley Libertad.
García dijo que el régimen busca dividir a la comunidad cubanoamericana porque es más fácil lidiar con un frente dividido, por lo que apoyó el llamado de unidad de Anthony.
Toledo celebró que la nueva generación de cubanoamericanos haya entendido la esencia de qué puede aportar a la causa de la libertad de Cuba y la recuperación de su democracia. Aconsejó a la actual administración estadounidense que no dé marcha atrás a las medidas de Trump para presionar al régimen, y que, al mismo tiempo, procure abrir las puertas a una relación diplomática en la que el pueblo cubano no se sienta aislado, sin hacer concesiones. “Hay que tener un contacto directo con el pueblo”, subrayó.
Payá recordó que, en medio de la crisis humanitaria en Cuba, el régimen es capaz de robarse la ayuda enviada desde el exterior. Biden tiene ahora la oportunidad de presionar al gobierno de La Habana para que ceda el poder al pueblo, concluyó.