Los residentes de varias comunidades afectadas por el rebrote de COVID-19 en las provincias de Ciego de Ávila, Sancti Spíritus y Camagüey se encuentran aislados y totalmente desabastecidos de alimentos, medicamentos y productos de aseo, así lo informaron a Radio Televisión Martí cubanos desde esos territorios.
La situación en el municipio de Baraguá, en el territorio avileño, es muy compleja. Allí hay personas confirmadas ya con el virus y otras en centros de aislamiento tras tener contacto con una enfermera que trabaja en el hospital provincial Antonio Luaces Iraola y se contaminó, dijo Leonit Carbonell.
“Están llevando los casos sospechosos para Cuba Uno, una antigua secundaria básica en el campo (ESBEC) en el poblado de pesquería. Tengo referencia de personas que han estado allí, que aseguran que las condiciones son extremas, mala alimentación, no pueden poner ni un ventilador porque las tomas eléctricas no sirven. Aquí todo está cerrado, no hay nada para comer, no hay jabones, detergente, nada para el aseo. Nada para comprar, no hay entrada ni salida desde el municipio”, detalló Carbonell.
Residentes del barrio El Ingenito, en la ciudad de Ciego de Ávila, salieron a la calle el lunes a protestar por la falta de alimentos, incrementada ahora por la cuarentena, y en horas de la tarde llevaron algo para que las personas se alimentaran, pero fue insuficiente. “Hay problemas con la leche de los niños, y ya tienen casos bajo vigilancia en la ESBEC Ceballos 8”, comentó el activista y cuentapropista José Carlos Fernández.
“Han bloqueado todas las entradas a la ciudad, no les mandan nada de alimento a las personas. El pueblo de Ciego de Ávila está padeciendo hambre, y después de la cuatro de la tarde hay un toque de queda general. Son 3,000 pesos de multa para el que salga a la calle”, dijo Fernández.
En Morón, el hospital municipal Roberto Rodríguez fue decretado en cuarentena por un brote en el Departamento de Hemodiálisis, donde se reportan casos positivos entre pacientes y trabajadores, además de un número de personas en vigilancia por contacto. Allí reside Dairis González Ravelo, que es madre de dos menores, quien nos dice que todo está cerrado y hay varios barrios en aislamiento.
Se trata de los repartos de Loma Ciega, Patria y Castillo.
“Las panaderías están cerradas, no hay harina, ni huevos. Estamos pasando tremenda situación trancados aquí, que es cuando más hambre les da a los muchachos”, señaló González Ravelo.
Las autoridades de la provincia de Sancti Spíritus pusieron en cuarentena a 160 personas entre empleados y huéspedes, en el hotel Village Costasur, en Trinidad, luego de detectarse en la instalación varios casos de COVID-19.
También en la comunidad rural de Los Cristales, que pertenece al municipio de Jatibonico, en el territorio espirituano, pusieron en aislamiento a varias personas en la zona de La Playita. En el lugar hay problemas con el transporte y ya se acabaron los alimentos que entregaron por la libreta el 1 de septiembre, según informó Vladimir Ríos Cruz.
“Aquí la situación es verdaderamente tensa por el caso de una estudiante de enfermería en Ciego de Ávila que vive muy cerca y fue el factor inicial del foco. La conducta a seguir por el gobierno debería ser de hacer más pruebas y no tener bajo vigilancia a tantas personas”, opinó.
Más de 100 pacientes con coronavirus que estaban hospitalizados en las instalaciones sanitarias de Ciego de Ávila y Morón fueron trasladados el pasado viernes a la ciudad de Camagüey. Los ubicaron en el hospital provincial Amalia Simoni y el militar Octavio de la Concepción Pedraja.
Leydis Tabares, quien vive en esa ciudad del centro de la isla, señala la preocupación entre los camagüeyanos ante la posibilidad de un aumento de los contagios allí con ese alto índice de ingresos. “Ya están internando personas bajo sospecha en la escuela de iniciación deportiva escolar (EIDE)”, aseguró.
Sobre la escasez dijo que ayer sacaron calabazas y hoy fue al mercado y “no había nada, nada. La gente está caminando como zombis por toda la ciudad buscando qué comer”.