El 23 de marzo en una intervención en el espacio televisivo Mesa Redonda, el primer ministro Manuel Marrero anunció la ampliación de las medidas para enfrentar el coronavirus.
Una de las disposiciones fue la utilización de efectivos de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), que se encargarían de organizar y mantener el control en las colas para comprar alimentos en medio de la pandemia.
Cubanos entrevistados por Radio Televisión Martí en varias provincias del país, denunciaron casos de corrupción policial y privilegios para funcionarios del gobierno en esas tiendas, donde en muchas oportunidades los ciudadanos no logran obtener los productos.
El municipio de Banes, en la provincia de Holguín, uno de los más afectados en el territorio por el COVID-19, el activista de la Alianza Democrática Oriental William Tamayo, informó que en la Tienda Recaudadora de Divisas (TRD) El Radar, el pasado sábado, él fue uno de los cientos de residentes que se aglomeraron para comprar aceite y no alcanzó.
Según Tamayo distribuyeron 1,400 botellas de aceite y solamente vendieron la mitad, el resto desapareció, en complicidad de policías y funcionarios con los empleados del establecimiento.
Calificó de "total corrupción" lo que ocurre en su entorno donde escuchó a personas del "partido" comunista, de la policía y de la Seguridad del Estado decirle a las vendedoras "oiga señorita, recuérdese de mi aceite, oiga seño recuerde lo mío".
Residentes en Los Palacios en Pinar del Río, ya han acudido a las instituciones del gobierno en el municipio para denunciar las irregularidades y el favoritismo con los dirigentes en esas tiendas, quienes compran sin límite y no tienen que hacer las enormes colas, reportó el periodista independiente Maikel Norton.
La policía en lugar de organizar "lo que hace es aprovecharse de la situación", apuntó el comunicador.
La ama de casa Yanela Lucía Reyes vive en la calle Colón en el barrio Sur, en la ciudad de Sancti Spíritus, y expresa que es frustrante dormir en el portal de la tienda en espera de poder comprar el alimento y que el mismo policía te ofrezca un turno por dinero.
Aseguró que los dirigentes del partido, los uniformados y los dependientes de esas tiendas son los que "están convocando a la corrupción porque se los llevan y los venden en el marcado negro".
En la ciudad de Santa Clara el activista Guillermo del Sol concluye que toda esta corrupción se debe a la impunidad que gozan los funcionarios gubernamentales.
Puso de ejemplo lo que ocurre en la tienda Las Villas, en la calle Colón y Carretera Central que oferta efectos electrodomésticos y un turno de los que venden los mismos policías puede costar hasta 100 pesos.
Conozco personas que para comprar una lavadora allí "tuvieron que pagar grandes sumas a los policías y finalmente la pudieron adquirir", precisó Del Sol.
Desde Guantánamo el activista Henry Couto Guzmán comenta que en estos momentos no hay aceite en los mercados, pero en la calle 7 Este, en la Bolsa Negra, se puede obtener a 100 pesos la botella.
Considera que la corrupción no es solamente por parte de la Policía.
"También lo hacen los jefes de consejos (se refiere a los consejos populares) y los trabajadores sociales que están utilizando su cargo para desviar los recursos y enriquecerse ellos", agregó Couto.
Desde la llegada de la pandemia al territorio nacional, las autoridades cubanas no han logrado estabilizar el suministro de alimentos para evitar la aglomeración de personas.