Fidel Castro cumplió este martes 87 años alejado de la vista pública y dedicado a elucubrar extravagantes planes alimentarios y advertir sobre inminentes guerras nucleares.
Este es el octavo cumpleaños de Castro desde que una enfermedad intestinal lo llevó a abandonar el poder en 2006. Desde entonces solo esporádicamente aparece en actos públicos, o se publica una de sus a menudo incomprensibles reflexiones.
Castro se ha convertido en una especie de museo viviente por el que pasan selectos mandatarios extranjeros y otras personalidades de visita en Cuba. Uno de los últimos en verlo fue el presidente de Uruguay, José Mujica, a fines de julio.
Según indicó Mujica al diario motevideano La República, Fidel Castro es “un anciano con la cabeza fresca” que tiene “dificultades para moverse”. Sus últimas fotos le muestran frágil y enjuto, con un sombrero de “guajiro” que le da cierto parecido con su hermano Ramón,
Agregó el mandatario uruguayo que está “muy motivado con el trabajo de investigación y de experimentación biológica, de materiales oxidantes, vitamínicos, proteicos y fundamentalmente plantas de origen tropical que pueden servir para sustituir en la dieta animal a los granos".
Otra de sus obsesiones es advertir sobre la posibilidad de una guerra nuclear. En julio, después que las autoridades panameñas encontraran varios contenedores con armas cubanas ocultos bajo una carga de azúcar en un barco norcoreano Castro mencionó en una carta un intento de “calumniar” a la revolución cubana, en parente alusión al asunto.
Sin mencionar expresamente el episodio del Chong Chon Gang, aseveró que Cuba está “contra todas las armas nucleares” y añadió que “ninguna nación, grande o pequeña, debe poseer ese instrumento de exterminio, capaz de poner fin a la existencia humana en el planeta".
A los 47 años de gobierno autocrático de Fidel Castro le debe Cuba un régimen que conculca de manera institucional casi todas las libertades, y un sistema dependiente de aliados extranjeros y marcado por fracasos económicos como la destrucción de la ganadería cubana, la ofensiva revolucionaria de 1968, la zafra de los diez millones de toneladas de azúcar y el desmantelamiento de más de la mitad de la industria azucarera,así como por experimentos sociales fallidos, entre ellos el hombre nuevo, la batalla de ideas y los trabajadores sociales.
Algunos analistas consideran logros de Fidel Castro la campaña de alfabetización de 1961,el desarrollo del deporte y la salud pública, la rápida expansión del turismo durante la crisis de los 90, la exportación de servicios profesionales y el desarrollo de la biotecnología y la informática.
Pero el balance es un sistema disfuncional, que según el propio Castro le confesó hace dos años al periodista Jeffrey Goldberg ,del semanario estadounidense The Atlantic, hoy no funciona ni para los cubanos.
Se cuenta que, emplazado en los años 90 por el entonces presidente del gobierno español Felipe González para que abandonara su actitud numantina e hiciera reformas, Castro dijo que en Cuba habría cambios, pero sólo después de él. Y así lo cumplió rigurosamente.
A pesar de que condujo a la nación cubana al precipicio, y al discreto desmantelamiento en los últimos años de muchas de sus políticas fracasadas, la figura de Fidel Castro permanece intocable en Cuba, En círculos oficiales celebraron su onomástico con un concierto, dos presentaciones de libros y una exposición fotográfica. Nadie, o casi nadie, se atreve a decir que el emperador está desnudo.
Verlo con sombrero de guano, tan fresco e impenitente, dedicado a sus plantaciones de moringa, evoca casi forzosamente la imagen plácida de un Vito Corleone viejo, retirado de los negocios de la mafia y dedicado a su jardín en "El Padrino".
Después de todo son pájaros de un mismo plumaje.
Este es el octavo cumpleaños de Castro desde que una enfermedad intestinal lo llevó a abandonar el poder en 2006. Desde entonces solo esporádicamente aparece en actos públicos, o se publica una de sus a menudo incomprensibles reflexiones.
Castro se ha convertido en una especie de museo viviente por el que pasan selectos mandatarios extranjeros y otras personalidades de visita en Cuba. Uno de los últimos en verlo fue el presidente de Uruguay, José Mujica, a fines de julio.
Según indicó Mujica al diario motevideano La República, Fidel Castro es “un anciano con la cabeza fresca” que tiene “dificultades para moverse”. Sus últimas fotos le muestran frágil y enjuto, con un sombrero de “guajiro” que le da cierto parecido con su hermano Ramón,
Agregó el mandatario uruguayo que está “muy motivado con el trabajo de investigación y de experimentación biológica, de materiales oxidantes, vitamínicos, proteicos y fundamentalmente plantas de origen tropical que pueden servir para sustituir en la dieta animal a los granos".
Otra de sus obsesiones es advertir sobre la posibilidad de una guerra nuclear. En julio, después que las autoridades panameñas encontraran varios contenedores con armas cubanas ocultos bajo una carga de azúcar en un barco norcoreano Castro mencionó en una carta un intento de “calumniar” a la revolución cubana, en parente alusión al asunto.
Sin mencionar expresamente el episodio del Chong Chon Gang, aseveró que Cuba está “contra todas las armas nucleares” y añadió que “ninguna nación, grande o pequeña, debe poseer ese instrumento de exterminio, capaz de poner fin a la existencia humana en el planeta".
A los 47 años de gobierno autocrático de Fidel Castro le debe Cuba un régimen que conculca de manera institucional casi todas las libertades, y un sistema dependiente de aliados extranjeros y marcado por fracasos económicos como la destrucción de la ganadería cubana, la ofensiva revolucionaria de 1968, la zafra de los diez millones de toneladas de azúcar y el desmantelamiento de más de la mitad de la industria azucarera,así como por experimentos sociales fallidos, entre ellos el hombre nuevo, la batalla de ideas y los trabajadores sociales.
Algunos analistas consideran logros de Fidel Castro la campaña de alfabetización de 1961,el desarrollo del deporte y la salud pública, la rápida expansión del turismo durante la crisis de los 90, la exportación de servicios profesionales y el desarrollo de la biotecnología y la informática.
Pero el balance es un sistema disfuncional, que según el propio Castro le confesó hace dos años al periodista Jeffrey Goldberg ,del semanario estadounidense The Atlantic, hoy no funciona ni para los cubanos.
Se cuenta que, emplazado en los años 90 por el entonces presidente del gobierno español Felipe González para que abandonara su actitud numantina e hiciera reformas, Castro dijo que en Cuba habría cambios, pero sólo después de él. Y así lo cumplió rigurosamente.
A pesar de que condujo a la nación cubana al precipicio, y al discreto desmantelamiento en los últimos años de muchas de sus políticas fracasadas, la figura de Fidel Castro permanece intocable en Cuba, En círculos oficiales celebraron su onomástico con un concierto, dos presentaciones de libros y una exposición fotográfica. Nadie, o casi nadie, se atreve a decir que el emperador está desnudo.
Verlo con sombrero de guano, tan fresco e impenitente, dedicado a sus plantaciones de moringa, evoca casi forzosamente la imagen plácida de un Vito Corleone viejo, retirado de los negocios de la mafia y dedicado a su jardín en "El Padrino".
Después de todo son pájaros de un mismo plumaje.