La líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, saludó este miércoles al papa Francisco y le estrechó las manos durante una audiencia pública efectuada en el Vaticano.
Soler estaba en primera fila cuando el papa bajó a saludar a los invitados. Contó desde Roma que tenía un rosario en la mano y desplegó la bandera cubana para que el pontífice supiera que era de Cuba.
"Su Santidad, somos las Damas de Blanco de Cuba, familiares de cientos de presos políticos. Necesitamos que ayude a Cuba, sus bendiciones para el pueblo de Cuba. Seguiremos rezando por usted", le dijo Soler al papa durante el breve encuentro.
"Sigan adelante", le contestó Francisco, y bendijo a Cuba ante el pedido de la líder de las Damas de Blanco.
Como es costumbre, Soler asistió a la audiencia vestida de blanco.
Ella y el grupo de mujeres comprometidas con los derechos humanos en la isla habían solicitado al predecesor de Francisco, Benedicto XVI, una entrevista durante su visita a Cuba el año pasado, pero nunca fueron atendidas.
Soler estaba en primera fila cuando el papa bajó a saludar a los invitados. Contó desde Roma que tenía un rosario en la mano y desplegó la bandera cubana para que el pontífice supiera que era de Cuba.
"Su Santidad, somos las Damas de Blanco de Cuba, familiares de cientos de presos políticos. Necesitamos que ayude a Cuba, sus bendiciones para el pueblo de Cuba. Seguiremos rezando por usted", le dijo Soler al papa durante el breve encuentro.
"Sigan adelante", le contestó Francisco, y bendijo a Cuba ante el pedido de la líder de las Damas de Blanco.
Como es costumbre, Soler asistió a la audiencia vestida de blanco.
Ella y el grupo de mujeres comprometidas con los derechos humanos en la isla habían solicitado al predecesor de Francisco, Benedicto XVI, una entrevista durante su visita a Cuba el año pasado, pero nunca fueron atendidas.