El presidente de México, Enrique Peña Nieto, en conferencia de prensa en Roma, a donde asistió a la misa inicial del Papa Francisco, declaró que el vicepresidente de los consejos de Estado y Ministros de Cuba, Miguel Díaz-Canel, le había confirmado el beneplácito de las autoridades cubanas al nombramiento de Juan José Bremen como embajador de México en La Habana.
Según destaca el sitio digital El Occidental , Peña Nieto dijo en una serie de eventos que ocurrieron en la explanada de San Pedro luego de la ceremonia de investidura del Papa, que aunque le compartieron de manera casual la comunicación oficial “ya estaba así considerado".
El presidente de México destacó que Cuba ha manifestado interés para que visite la isla y anunció que la delegación cubana le reiteró la oportunidad de un encuentro con el presidente Raúl Castro en un futuro próximo.
El embajador mexicano lleva ya más de treinta años en el servicio exterior y ha sido embajador de su país en Suecia en 1982, y en la Unión Soviética de 1988 a 1990, en Alemania de 1990 a 1998, de 1998 al 2000 en España. A inicios del siglo XXI fue enviado a Washington D.C., donde permaneció cuatro años y del 2004 al 2009 en Londres.
Su experiencia en la URSS, en tiempos de la perestroika y la desintegración de la URSS le llevaron a escribir y publicar un libro titulado "El fin de la Guerra Fría y el salvaje mundo moderno".
El escritor mexicano Carlos Fuentes, escribió en el 2006, que en cierta ocasión, “ un presidente de México (no diré cuál) me confió que entre todos los informes diplomáticos recibidos en la Cancillería, él sólo leía los del embajador Juan José Bremen”. El autor de "Gringo Viejo" continúa diciendo que "Bremer es dueño de una experiencia transatlántica jamás divorciada, como lo demuestra este libro, de su personal representatividad mexicana y, por extensión, iberoamericana. El colapso de la Unión Soviética, la unificación alemana, la comunidad europea y la relación atlántica son los grandes rubros de este libro".
Bremer, de 69 años, es abogado por la Universidad Nacional Autónoma de México y fue secreatario personal de la Presidencia de la República entre 1972 y 1976, en el sexenio de Luis Hecheverría Alvarez. También se desempeñó como director del Instituto Nacional de Bellas Artes (1976-1982), subsecratario de Cultura en el Secretaría de Educación y diputado por el PRI.
Según destaca el sitio digital El Occidental , Peña Nieto dijo en una serie de eventos que ocurrieron en la explanada de San Pedro luego de la ceremonia de investidura del Papa, que aunque le compartieron de manera casual la comunicación oficial “ya estaba así considerado".
El presidente de México destacó que Cuba ha manifestado interés para que visite la isla y anunció que la delegación cubana le reiteró la oportunidad de un encuentro con el presidente Raúl Castro en un futuro próximo.
El embajador mexicano lleva ya más de treinta años en el servicio exterior y ha sido embajador de su país en Suecia en 1982, y en la Unión Soviética de 1988 a 1990, en Alemania de 1990 a 1998, de 1998 al 2000 en España. A inicios del siglo XXI fue enviado a Washington D.C., donde permaneció cuatro años y del 2004 al 2009 en Londres.
Su experiencia en la URSS, en tiempos de la perestroika y la desintegración de la URSS le llevaron a escribir y publicar un libro titulado "El fin de la Guerra Fría y el salvaje mundo moderno".
El escritor mexicano Carlos Fuentes, escribió en el 2006, que en cierta ocasión, “ un presidente de México (no diré cuál) me confió que entre todos los informes diplomáticos recibidos en la Cancillería, él sólo leía los del embajador Juan José Bremen”. El autor de "Gringo Viejo" continúa diciendo que "Bremer es dueño de una experiencia transatlántica jamás divorciada, como lo demuestra este libro, de su personal representatividad mexicana y, por extensión, iberoamericana. El colapso de la Unión Soviética, la unificación alemana, la comunidad europea y la relación atlántica son los grandes rubros de este libro".
Bremer, de 69 años, es abogado por la Universidad Nacional Autónoma de México y fue secreatario personal de la Presidencia de la República entre 1972 y 1976, en el sexenio de Luis Hecheverría Alvarez. También se desempeñó como director del Instituto Nacional de Bellas Artes (1976-1982), subsecratario de Cultura en el Secretaría de Educación y diputado por el PRI.