El Departamento de Estado de EE.UU. instó hoy al Gobierno cubano a dejar de “ejercer control sobre la expresión pública independiente de su pueblo” y le pidió respeto para que los intelectuales sean “libres de expresar sus opiniones y dar rienda suelta a sus talentos creativos”.
Así se pronunció en Twitter el secretario de Estado adjunto en funciones para Latinoamérica, Paco Palmieri.
“Instamos al Gobierno de Cuba a dejar de ejercer control sobre la expresión pública independiente de su pueblo y a respetar #DDHH (derechos humanos). Periodistas, académicos y artistas deberían ser libres de expresar sus opiniones y dar rienda suelta a sus talentos creativos”, consideró Palmieri.
El diplomático incluyó en su mensaje en Twitter un enlace a una declaración de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en el que alertaba de un “recrudecimiento” en Cuba de la “criminalización” de académicos, periodistas, artistas y activistas.
En ese documento, fechado en el 17 de julio, la CIDH expresaba su “grave preocupación” por la condena de un año de prisión que dictó en mayo pasado un tribunal de Cuba contra el biólogo y activista medioambiental cubano Ariel Ruiz Urquiola por un delito de “desacato a la autoridad”.
Fue acusado de ese cargo porque el 3 de mayo discutió con dos miembros del cuerpo de guardabosques estatal que le solicitaron los permisos legales para operar en la finca que posee en usufructo desde el año 2015 en el Valle de Viñales, un paraje natural de Pinar del Río donde desarrolla un proyecto ambientalista.
Ruiz Urquiola consideró que la condena era “injusta” y “arbitraria” y, en respuesta, estuvo en huelga de hambre y sed durante 16 días, lo que llevó a su ingreso en un hospital.
El 3 de julio, pudo regresar a su casa en La Habana después de ser liberado por motivos de su salud mediante una “licencia extrapenal”, una figura jurídica que no anula las condenas impuestas.
Fue declarado “preso de conciencia” el pasado 12 de junio por Amnistía Internacional (AI), que pidió su liberación, un reclamo al que se sumaron autoridades de la Iglesia católica cubana, el Gobierno de Estados Unidos y el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.