Periodista independiente destaca que el gobierno no habla de la construcción de casas a damnificiados pero sí de las edificaciones de hoteles y lujosos edificios de apartamentos con alquileres superiores a los mil CUC.
Los reportajes sobre nuevas construcciones son variados en los distintos periódicos que circulan por el país, así como en los noticieros televisivos y radiales. Provincias como Las Tunas y Villa Clara están entre las más destacadas.
En Las Tunas, por ejemplo, se remozó el Hotel Cadillac y se realizaron otras obras como el Restaurante 2007 o el Bulevar de la Calle Francisco Vega, dentro de un grupo indefinido de edificios de utilidad social que le han dado un cambio satisfactorio al municipio cabecera de esa oriental provincia.
Más al centro de la isla, en Villa Clara, se reaniman municipios como Caibarién, y Remedios, con construcciones que elevarán la calidad de sectores como el Comercio, la Cultura, Comunales y la Agricultura; o Sagua la Grande, con su nueva planta productora de piensos.
Sin embargo, poco se habla de la construcción de viviendas para los damnificados de los huracanes.
Un gobierno que recibió un país con inmuebles bien cuidados que lo clasificaban como uno de los más desarrollados del continente, se sometió, como fiel seguidor del marxismo-leninismo impuesto por la extinta Unión Soviética, a priorizar la actividad bélica, para dejar caer, por puro deterioro, a la mayor parte de las edificaciones.
Frases manidas para enfatizar que el derrumbe casi total del país es debido al bloqueo norteamericano y no a los que desvían el dinero destinado a esas obras sociales, caen en la rotunda contradicción.
Gran parte del pueblo cubano vive en casas y apartamentos de pésima calidad, con problemas constructivos de todo tipo, o han perdido sus viviendas debido a derrumbes parciales o totales, o a las inclemencias del tiempo, como fueron los tres huracanes del año 2008 o el reciente huracán Sandy, que arrasó con buena parte del oriente de Cuba.
Pero se continúan las construcciones costosas de hoteles y lujosos edificios de apartamentos con alquileres superiores a los mil CUC.
Da vergüenza ver cómo aún existen familias exhaustas de recibir el maltrato burocrático y no ver hecha realidad la posibilidad de volver a tener su casa.
En la capital resulta dantesco ver los antiguos albergues o posadas convertidos en edificios de viviendas, apuntalados, mal pintados y malolientes.
Los que viven en ciudadelas nada más pueden aspirar a que las arreglen un poco. Esos hombres y mujeres humildes no saldrán jamás del deprimente pasillo con cuartuchos a ambos lados. Ellos no son dirigentes del gobierno, no tienen más remedio que robar, prostituirse o introducirse en el mundo del narcotráfico, para hacerse de un dinero que les permita comprar una casa o apartamento. Y si es lejos del solar, mejor.
Daminificados del ciclón Sandy Cuba, October 26, 2012
Los ciudadanos que malviven cada día, como esclavos, no sienten alegría ante estas obras de desarrollo local, o destinadas al turismo.
Para ellos es una quimera ganar un salario que les alcance para asumir los gastos propios de la vida cotidiana, tener una vivienda sin lujos, donde haya lo necesario; mucho menos aspirar a una alimentación balanceada o llevar a cabo algún día en sus vidas la aspiración que ansían desde niños.
Mientras, las migajas del socialismo solo llegan a los más fieles seguidores del régimen, o a los que mienten para que caiga el maná del oportunismo en sus manos.
