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Proyecto Heredia: la obra pendiente de Oswaldo Payá


La ceremonia fúnebre en La Habana
La ceremonia fúnebre en La Habana

La de Payá es la segunda pérdida de peso que sufre la disidencia interna cubana recientemente, después de la muerte de Laura Pollán.

Además del Proyecto Varela, amado por unos cubanos y odiado por otros por considerarlo demasiado blando y “conciliatorio” con el régimen cubano, el activista Oswaldo Payá trabajaba en otro más reciente antes de morir, denominado “Proyecto Heredia”, relacionado con el tema de las restricciones migratorias que sufren los cubanos -tanto para salir del país como para volver- una vez que han sido declarados por el gobierno impedidos de volver a residir en la Isla.

Así lo confirmó el periodista independiente Reinaldo Escobar, esposo de la bloguera Yoani Sánchez, desde La Habana. Según Escobar en la despedida de Payá hubo una “gran conmoción” (la ceremonia fúnebre comenzó desde el lunes), acudieron muchos representantes del cuerpo diplomático acreditado en Cuba y las personalidades más conocidas de la oposición. El tema de conversación era uno solo: qué fue lo que realmente ocurrió en el accidente de Payá.

Cintas con los colores de la bandera cubana y profusas coronas de flores adornaron el féretro del ingeniero Oswaldo Payá, líder del Movimiento de Liberación Cristiana (MLC) y gestor del Proyecto Varela, quien falleció el domingo en un accidente automovilístico (junto a Harold Cepero Escalante) en causas aún no suficientemente aclaradas.

El accidente se produjo a las 13H50 horas (17H50 GMT), en la localidad conocida como La Gavina, a 22 km de Bayamo, provincia de Granma (al sureste). En esa zona estaba Payá, según testimonios de algunos correligionarios suyos, fortaleciendo la presencia en las provincias orientales de su movimiento, que tiene representación en casi todas las provincias cubanas.

Al filo de las 8:00 a.m. de este martes 24 de julio, el cardenal Jaime Ortega ofició una misa de cuerpo presente en honor a Payá, en la parroquia de Salvador del Mundo, en la barriada del Cerro. Cientos de personas abarrotaron la iglesia en ese momento, en espera de que concluyera la misa para dirigirse a la necrópolis de Colón, acompañando los restos de Oswaldo Payá. “En este momento en que la inesperada muerte de nuestro hermano Oswaldo Payá nos une en un dolor rayano en el desconcierto, hagan un esfuerzo por levantar con fe la mirada a Dios”, conminó el cardenal Jaime Ortega a familiares y seguidores del líder del “Proyecto Varela”, merecedor en 2002 del premio Sajarov por su defensa de los derechos humanos.

Luego de que los cientos de personas que abarrotaban la iglesia oyeron la misa, se produjeron forcejeos entre disidentes que gritaban “¡Libertad!”, y agentes de la seguridad del Estado camuflados de civil. No se reportaron heridos en los forcejeos, pero sí detenidos. La Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional dirigida por Elizardo Sánchez estimó al menos 40, entre ellos Guillermo Fariñas conocido por protestar contra el gobierno cubano mediante huelgas de hambre.

Explica Reinaldo Escobar que las versiones sobre el accidente siguen siendo hasta ahora, encontradas. La oficial de las autoridades cubanas es que en el siniestro no estuvo implicado ningún otro automóvil, y el conductor del vehículo de Oswaldo Payá se habría salido de la carretera estrellándose contra un árbol, causándole la muerte al líder nacionalista. Pero Rosa María Payá, hija del activista, manifestó públicamente que le habían informado que “en la carretera había otro auto, un camión, tratando de embestirles hasta sacarlos del camino (…)”.

Escobar reitera que eso no ha sido verificado. “Es un momento de dolor para la familia, no tiene ningún sentido estar molestando a la familia para preguntarle esos detalles. Pero esa fue la primera versión que se conoció”, aclara. Adelanta que en estos momentos se está esperando con mucha expectativa que los sobrevivientes (identificados como: Ángel Carromero Barrios, español, y el sueco Jens Aron Modig) den una declaración pública, tal vez una conferencia de prensa que ayude a esclarecer los hechos.

“Eso está por ver si va a ocurrir, pero ellos son los testigos reales del asunto y dirán si hubo o no una presión de otro vehículo contra el que viajaba Payá”, comenta Escobar. “Cualquier cosa que se diga ahora es pura especulación. No hay una evidencia todavía, todo lo que hay son sospechas. Siempre que muere un opositor en Cuba de una manera tan rara como ésta, se levantan las sospechas de que haya habido una intencionalidad de las autoridades. Pero nadie puede demostrar eso hasta el momento”.

Oswaldo Payá, de 60 años, fue uno de los disidentes más conocidos internacionalmente fuera de Cuba y se hizo conocido desde los 90 por encabezar el Proyecto Varela, donde impulsó una campana nacional de recolección de firmas para modificar la Constitución de la Isla y lograr así pluripartidismo e iniciativa privada.

En 2002 cuando el ex presidente Jimmy Carter visitó Cuba, Payá logró presentar 11.020 firmas a la Asamblea del Poder Popular, a las cuales logró añadir después 14.000 más. Además del Proyecto Varela, Payá desarrolló otro denominado Todos Unidos.

La de Payá es la segunda pérdida de peso que sufre la disidencia interna cubana recientemente, después de la muerte de Laura Pollán, fundadora y vocera de las Damas de Blanco, el 14 de octubre de 2011, en circunstancias tampoco enteramente esclarecidas.
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