Turistas canadienses que tenían reservas confirmadas para un hotel-balneario en Cayo Santa María, Cuba, han estado lidiando con el turoperador local Sunwings para que los cambie sin cobrarles recargos a otra instalación, luego que en las últimas semanas decenas de vacacionistas vieran sus vacaciones convertidas en una pesadilla de privaciones, suciedad, vómitos y diarreas.
"No, yo no quiero ir allí. No quiero exponerme. Está en riesgo la salud de todos y eso no es justo", dijo aI canal Global News de Toronto Kayla Halloran, una estudiante de enfermería que reservó con una amiga para pasar unos días a fines de agosto en el hotel Memories Paraíso Azul, situado en el mencionado cayo del archipiélago Jardines del Rey, al norte de la provincia de Villa Clara.
Inicialmente, Sunwings quería cobrarles recargos por cancelación y nueva reserva, pero ha cedido en la medida en que un reportaje del canal con una familia de Brampton, Ontario, provocó una "inundación" de e-mails y llamadas de otros viajeros que también habían enfermado en el mismo hotel o se quejaban de la falta de higiene y otras deficiencias en el lugar.
En las primeras vacaciones con todos sus familiares en Cuba, los 11 miembros de la familia de María Perugina, incluidos sus padres, esposo e hijos, enfermaron con vómitos y diarreas a poco de llegar al Memories Paraíso Azul.
Este es uno de los ocho hoteles Memories que tiene la cadena Blue Diamond Resorts & Hotels en Cuba, tres de ellos en Jardines del Rey. Los otros dos Memories están en Bahamas y Punta Cana, República Dominicana. El sitio web de Blue Diamond promociona entre sus marcas el Aparthotel Montehabana, situado en el Monte Barreto del "congelado" reparto habanero de Miramar, que es administrado por el Grupo Gaviota de las Fuerzas Armadas de la isla.
Perugina dijo a Global News que no sólo su familia enfermó en el Paraíso Azul: "No nos cruzamos con nadie que estuviera sano", aseguró; "y lo peor es que los viajeros seguían llegando". Poco después de la transmisión, se produjo la avalancha de mensajes de otros que habían regresado y confirmaron que también estuvieron indispuestos. La entrevistada también dijo que ha estado varias veces en la isla, sin que hasta ahora hubiera confrontado problemas.
El reportaje de la televisora canadiense indica que los afectados parecen haber contraído algún norovirus, grupo de virus que causan la gastroenteritis al infectar e inflamar el estómago y el intestino grueso. Los vómitos y diarreas que tipifican el mal pueden deshidratar a las personas, lo cual puede ser grave sobre todo en niños y personas de la tercera edad.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades con sede en Atlanta, Estados Unidos, estiman que cada año los norovirus ocasionan de 19 a 21 millones de casos de la enfermedad, entre 56.000 y 71.000 hospitalizaciones, y de 570 a 800 muertes.
No se acerque, y si lo hace, huya
Aunque Sunwings vende el Memories de Cayo Santa María como un hotel de cuatro estrellas y media, varias reseñas dejadas en el sitio TripAdvisor por vacacionistas que estuvieron en la misma instalación el mes pasado advierten a los lectores que no vayan al lugar.
Uno, titulado "Escoja otro resort", se refiere a la comida:
"Cuando entré al área del buffet en los platos de fiambres la carne tenía toda el mismo color: gris. En la parrilla tenían platos de pollo, pescado y carnes sin refrigerar, apilados unos encima de otros. Todo a temperatura ambiente. Supimos que íbamos a tener una semana difícil. Probamos los tres restaurantes de especialidades, todos terribles. La gente probaba un bocado y se iba ¡Escoja bien lo que vaya a comer! Los tres tuvimos diarrea, y yo y mi hija estuvimos con dolor de estómago por un par de días".
Otro que se titula "Repulsivo ¡Manténgase alejado o enfermará!" es más gráfico.
"Llegamos el viernes y el domingo toda la familia estaba enferma con vómitos y diarrea. Había un virus y no nos advirtieron (…) en los inodoros las heces se acumulaban varios días sin que los limpiaran. Los de los baños principales del lobby no tenían asientos y sólo una luz encendía. La parrilla del buffet principal olía a alcantarilla y todos los platos estaban sucios. El baño de la playa llevaba días sin limpiarlo, con heces y orines en el piso y las paredes. Cuando uno se acerca a quejarse levantan las manos y le dicen 'Ese no es mi problema'
POR FAVOR, POR FAVOR, NI SE ACERQUE. Yo no volvería ni aunque fuera gratis. Mis hijos estaban tan enfermos que lloraban para que me los llevara a casa. Al regreso fuimos al hospital y nos pusieron sueros intravenosos. Hemos estado enfermos cinco días".
Una tercera reseña recomienda simplemente "¡Huya!".
"Todos nos intoxicamos. Llevamos dos días en casa, y todavía enfermos. Imagínese que pasara siete días tomando laxantes, y sin agua. La parrilla abierta 24 horas, el buffet, los platos a la carta… todos los alimentos, en mal estado. Lo único consumible eran bolsas de cereal. Agua embotellada, si la consigue, algo extremadamente difícil. La única manera es negociar con el servicio de habitaciones. Luego de perder más de un litro (de líquido) en unas horas nos preocupamos seriamente, y nos dio miedo por los niños. Vi y conocí personalmente a personas que necesitaron (ser hidratadas con) sueros intravenosos. Tenían la lengua negra por la deshidratación, vomitaban por los alrededores del hotel. Todos queríamos irnos pero los vuelos disponibles estaban reservados. Tuvimos que cancelar nuestras vacaciones antes de comenzarlas, y gracias que no hubo que evacuarnos. Esto ha sido post apocalíptico. Está advertido".