Millones de personas que nunca han puesto un pie en Venezuela tienen interés en la supervivencia física y política de Hugo Chávez, en momentos en que el presidente venezolano, otrora infatigable hombre fuerte de izquierda, se somete a una cirugía en Cuba para extirparle un tumor que, dice, es probablemente maligno.
La agencia Prensa Asociada (AP) dice que los más vinculados al destino de Chávez radican en Nicaragua y Cuba, países que han recibido de Venezuela miles de millones de dólares en regalos, préstamos a largo plazo y petróleo a bajo precio. Ambos países han tomado medidas limitadas para amortiguar el golpe en caso de que la ayuda venezolana llegue a su fin.
Otros países como Bolivia y República Dominicana también han sido beneficiados.
Muchos tienen buenas razones para prepararse para el fin de la ayuda en momentos en que el mandatario izquierdista es operado de nuevo después de que en junio le extirparon un tumor del tamaño de una pelota de béisbol de la misma zona pélvica.
Chávez ha insistido en que sus lazos económicos con Cuba y otros países aliados en su bloque izquierdista tienen un sentido financiero, más allá de la solidaridad revolucionaria, pero sus críticos sostienen que en la mayoría de los casos Chávez intenta comprar lealtades y contrarrestar la influencia estadounidense.
El rival de Chávez en las elecciones presidenciales de octubre, el gobernador Henrique Capriles, pondría fin al "asimétrico" favoritismo económico de Venezuela y la ayuda al extranjero basada en ideologías, dijo Carlos Romero, un asesor del candidato en materia de política exterior.
Venezuela continuaría proveyendo petróleo subsidiado a "los países más pobres como Haití, pero no va haber subsidios para países como Cuba o países lejanos como es el caso de Siria", dijo.
Las encuestas muestran a Capriles cerca de Chávez, y los analistas políticos señalan que sus posibilidades de derrotarlo pueden mejorar en caso de que el estado de salud del mandatario de 57 años empeore.
"Yo estoy erizado (asustado). No quiero ni pensar en lo que puede pasar aquí si le sucede algo malo a Chávez. Eso para nosotros sería terrible", dijo Pedro Iglesias, un jubilado de 72 años que vive en el centro de La Habana.
El país comunista depende de Venezuela para dos tercios de su petróleo, de acuerdo con los analistas, y el flujo venezolano de efectivo a cambio de servicios como los provistos por médicos y entrenadores deportivos asciende a cerca de 5.000 millones de dólares anuales. La cantidad representa aproximadamente el 15% de la economía cubana durante 2008, el último año en que la isla caribeña publicó cifras.
Sin la ayuda, Cuba podría necesitar un severo racionamiento de alimentos y sufriría extensos cortes de electricidad como los registrados hace dos décadas durante el llamado "Período Especial" que siguió a la disolución de su anterior patrocinador, la Unión Soviética.
Funcionarios cubanos se han negado a comentar sobre la manera en que la isla se ajustaría en caso de que terminara la ayuda de Venezuela.
Pero el mandatario cubano Raúl Castro ha presionado a favor de modestas reformas de mercado libre y recientemente abrió las aguas de la isla para la explotación petrolera. La empresa española Repsol YPF inició perforaciones de exploración el mes pasado pero tomaría al menos tres años producir crudo comercialmente viable en caso de que las perforaciones sean exitosas.
Michael Shifter, presidente de Diálogo Interamericano, un centro de investigación con sede en Washington, dijo que las reformas de Cuba "son en parte un esfuerzo para anticipar una posible reducción o corte".
El analista petrolero Jorge Piñón, de la Universidad de Texas, dijo que los líderes cubanos han demostrado que aprendieron de la pérdida del petróleo soviético a principios de la década de 1990.
"El gobierno cubano está muy consciente de los riesgos que enfrenta su economía con la pérdida de Venezuela", señaló Piñón.
"El gobierno de #Cuba está en el bolsillo de #Chavez... saqueándole y tomando los recursos de #Venezuela", dijo el viernes a través de Twitter la famosa bloguera cubana Yoani Sánchez, mientras el presidente venezolano viajaba rumbo a la isla. "Se especula por acá de un posible 2do Periodo Especial si la salud de #Chavez empeora".
Piñón dijo que sería "catastrófico" para Cuba si se ven obligados a pagar el petróleo a precios de mercado, debido a que la isla tendría que reducir las importaciones de comida. Cuba importa cerca del 70% de sus alimentos.
Nicaragua, por su parte, ha estado invitando a la inversión extranjera en sectores como la minería de oro, pero en la actualidad, su apoyo económico que no viene de Venezuela proviene casi exclusivamente de prestamistas multilaterales, como el Banco Interamericano de Desarrollo.
El país centroamericano recibe la mayor parte de su petróleo subsidiado de Venezuela, como parte de transferencias anuales del gobierno de Chávez que se calculan en 600 millones de dólares. Eso permite que el gobierno del presidente Daniel Ortega subsidie las facturas de electricidad y el transporte.
"Desconectar esta asistencia podría arrastrar a Nicaragua o Cuba a recesiones profundas", dijo el analista Adam Isacson, del grupo de investigación Washington Office on Latin America.
Lo que significaría el fin del gobierno de Chávez para los aliados más lejanos es menos claro. Irán, por ejemplo, se ha beneficiado mucho de su retórica.
Chávez ha defendido públicamente a Siria, aunque sin confirmar los envíos de petróleo al gobierno del presidente Bashar Assad, en momentos en que usa el ejército para intentar aplastar un levantamiento popular.
El buque petrolero Negra Hipólita, operado por la petrolera estatal venezolana PDVSA, ha hecho dos visitas al puerto sirio de Baniyas desde principios de diciembre, la más reciente del 16 al 20 de febrero, dijo Marie Bates, una analista de Lloyd's List Intelligence en Londres.
Piñón, el analista petrolero, calcula que el buque probablemente descargó 700.000 barriles de petróleo, con un valor de menos de 10 millones de dólares pero que es valiosísimo para un gobierno que los funcionarios estadounidenses han calificado como "una mafia familiar".
Capriles reconsideraría las adquisiciones militares a Rusia, un país al que Chávez ha comprado más de 4.000 millones en armas desde 2005, dijo Romero. El candidato presidencial opositor también se concentraría en rescatar las relaciones con Estados Unidos, añadió Romero.
Además, un gobierno bajo Capriles examinaría cuidadosamente la política de créditos con China, aunque honraría cualquier acuerdo internacional que se haya firmado, dijeron sus asesores. China se ha comprometido a proporcionar a Venezuela más de 32.000 millones de dólares en préstamos a lo largo de la próxima década, pagaderos con petróleo.
El gobierno de Chávez ha otorgado 82.000 millones de dólares en subvenciones y ha subsidiado a más de 40 países entre 2005 y 2011, aseguró Julio Borges, un legislador de la oposición que lleva la cuenta, basándose en los registros públicos. Cuba ha sido de lejos el principal beneficiario, con 28.500 millones de dólares; seguida por Nicaragua, con 9.700 millones; y Argentina, con 9.200 millones, de acuerdo con las cifras de Borges.
En Managua, la capital nicaragüense, esa generosidad es muy apreciada.
"El gobierno usa ese dinero para ayudarnos con casas, tejas de zinc, calles, caminos, salud, educación", dijo Miguel Lobo, un vendedor de accesorios para celulares en las calles de Managua.
Esos fondos también ayudan a mantener las tarifas de autobuses en el equivalente a 10 centavos de dólar en un país donde cuatro de cada cinco personas viven con menos de dos dólares al día.
Venezuela envía dinero en efectivo directamente al gobierno de Nicaragua a través de empresas creadas en colaboración con la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). La alianza, creada a petición de Chávez en 2004, está compuesta por ocho países e incluye a Argentina, Bolivia, Ecuador y Cuba.
La ayuda ha permitido a Ortega crear una suerte de presupuesto paralelo, dijo José Luis Medal, economista de la Universidad Americana de Nicaragua.
La analista de Eurasia Group Heather Berkman afirma sin rodeos: "Venezuela ha estado proporcionando a Ortega un considerable fondo para usos ilícitos".
El economista nicaragüense Adolfo Acevedo afirmó: "Algo que no se sabe es la parte de esos recursos que se moviliza durante los procesos electorales, que en todo caso supera con creces cualquier monto que pudiesen movilizar los adversarios políticos (de Ortega)".
Un riesgo más grande para Nicaragua y otros países en la región es el compromiso de Capriles para reevaluar Petrocaribe, la alianza petrolera de 18 países que Chávez ha utilizado para contrarrestar la influencia estadounidense.
El pacto, que ya cumple seis años e incluye a Nicaragua y Haití, permite a los miembros pagar un precio muy reducido por el petróleo venezolano que reciben y financiar el resto a 25 años con un interés bajo.
Según las cuentas de Borges, Petrocaribe le ha costado a los venezolanos 3.200 millones de dólares desde su fundación.
Los analistas señalan que la República Dominicana en particular, uno de los miembros de Petrocaribe, no está preparada para la posible pérdida de los entre 300 y 400 millones de dólares anuales que ahorra gracias al acuerdo, ya que el dinero ayuda ahora a apuntalar a la golpeada empresa estatal de energía del país.
La nación caribeña rechazó recientemente ampliar 500 millones de dólares de ayuda del Fondo Monetario Internacional, porque el préstamo habría requerido que el país aumentara las tarifas de electricidad en un 18%, después de aumentos similares en 2009 y 2010.
A pesar de su promesa de replantear la política exterior venezolana, la oposición dice que hay un legado de Chávez que probablemente perdure.
Es posible que los cerca de 37.000 médicos, enfermeras y paramédicos cubanos que llegaron a Venezuela permanezcan en el país en virtud de los acuerdos que le dan efectivo a la isla mientras que proporcionan la asistencia sanitaria necesaria para algunos de los venezolanos más pobres. Chávez dependerá de ese mismo sistema de salud cubano cuando se someta a cirugía en los próximos días.
"En principio", dijo Romero, el asesor de Capriles, "esos programas van a continuar".